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GRUPO ÁVILA: La situación venezolana provoca una crisis en Mercosur

maduromercosurvenezuela_thumb_570El Grupo Ávila considera que el país ha perdido la confianza de su entorno.
La crisis política en Venezuela, la ausencia de “credenciales democráticas” de su gobierno, las violaciones a los derechos humanos, los incumplimientos en la normativa comercial, entre otros factores, han generado el rechazo de varios gobiernos de Mercosur a que Nicolás Maduro asuma la Presidencia Pro Témpore del bloque sub regional que le correspondería por el orden alfabético de rotación.

Además, las complejas negociaciones comerciales con la Unión Europea y la oposición a las mismas que sostiene el gobierno venezolano, de las cuales se ha auto excluido por su visión anti sistema y satanizadora del comercio, han contribuido a que varios gobiernos del bloque se opongan a que Maduro asuma la representación del Mercosur.

Ante la firme oposición del gobierno de Paraguay y de Brasil, la reunión de Cancilleres de ayer concluyó sin aceptar el traspaso de la Presidencia Pro Témpore a Venezuela, y todo hace pensar que el problema continuará pues haría falta un consenso que no se tiene y que es norma en ese bloque.

Lo cierto es que tras esta discusión subyacen las profundas grietas que continúa generando la presencia del gobierno de Maduro en el Mercosur, que defiende la tesis de su predecesor sobre la ideologización del mecanismo y el rechazo al libre comercio, con lo cual se violan no solo la normativa comercial sino los protocolos de protección del sistema democrático Ushuaia I y II, especialmente en materia de derechos humanos.

El régimen sigue sin percatarse de los giros geopolíticos que ocurren en la región y que traen consigo nuevas orientaciones contrapuestas a la ideología que defiende el gobierno venezolano.

Lo grave de todo esto es que el gobierno venezolano se está convirtiendo en un socio incómodo que ya pocos quieren acompañar. La reunión de la OEA con la invocación de la Carta Democrática fue una advertencia, ahora es en Mercosur algunos de cuyos integrantes piden la aplicación de la cláusula democrática prevista en los instrumentos del mecanismo.
A todo ello habría que agregar el deslucido papel de la canciller de Venezuela, quien contra toda norma se presentó a una reunión a la que pareciera no haber sido convocada especialmente, generando una incómoda situación que la desacredita y con ella a la imagen de nuestro país.

Exhortamos a la Asamblea Nacional a que, en el ámbito de sus facultades constitucionales analice los compromisos normativos asumidos por nuestro país a los fines de iniciar el proceso de adecuación del ordenamiento Jurídico nacional al régimen mercosuriano que la Asamblea Nacional anterior por negligencia no realizó.

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