Albert Ramdin fue elegido secretario General de la OEA: fuerte consenso del Caribe y América Latina
El canciller de Surinam, que asumirá en mayo para suceder a Luis Almagro, deberá extremar su capacidad diplomática para conducir un foro regional que enfrentará complejos desafíos como la dictadura en Venezuela, la inmigración ilegal, la ofensiva china y la suba de aranceles que impuso Estados Unidos a México y Canadá

(Desde Washington, Estados Unidos) El canciller de Surinam, Albert Ramdin, fue elegido “por aclamación” como secretario General de la OEA, en un escenario regional condicionado por la inmigración ilegal, las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua, la ofensiva china, y el aumento de los aranceles que Estados Unidos fijó a las exportaciones de México y Canadá.
Ramdin tuvo el fuerte respaldo de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y América Latina, mientras que la Casa Blanca se mostró proclive a facilitar su llegada a la secretaría General, que hasta mayo estará a cargo de Luis Almagro.
Cuando llegó el momento de la votación, los representantes de Dominica y Perú pidieron que la votación sea “por aclamación”, frente al retiro de la candidatura de Paraguay, que encabezaba Rubén Ramírez.
La Asamblea de la OEA aprobó la moción, y. a las 11.20 (hora del Este en Estados Unidos), Ramdin se transformó en el secretario General de la OEA.
En el antiguo edificio del foro regional, a pocas cuadras de la Casa Blanca, hubo aplausos cerrados y muchísimas sonrisas entre los embajadores del CARICOM: es la primera vez que los países caribeños designan al líder de la OEA.
Al terminar los aplausos y la felicitaciones a Ramdin, el canciller chileno Alberto van Klaveren -que conducía la Asamblea General- dio la palabra a Víctor Verdún Bitar, viceministro de Relaciones Exteriores de Paraguay.
En principio, estaba previsto que el canciller paraguayo Rubén Ramírez leyera su discurso, pero la delegación de Brasil rechazó que hablara en primer lugar, y entonces cedió su espacio a Verdún Bitar.
Paraguay y Brasil sufren en un distanciamiento en sus relaciones diplomáticas, porque Lula da Silva había prometido su voto a Ramírez y al final apoyó a Ramdin.
“Si bien ha prevalecido una visión diferente sobre el futuro de la Organización, el Paraguay reitera su firme compromiso con los principios y valores fundamentales de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la seguridad, el estado de derecho y la promoción de la integración regional y hemisférica”, sostuvo Verdún Bitar ante la Asamblea General de la OEA.
Tras la presentación del vice canciller de Paraguay, fue el turno de María Laura da Rocha, secretaria General de Relaciones Exteriores de Brasil. Da Rocha cuestionó la actual agenda institucional de la OEA, y solicitó al futuro secretario Ramdin que enmiende -desde la perspectiva de Brasil- la postura que exhibió el foro regional respecto a los dictadores Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
“La defensa de la democracia, un tema importante, fue a menudo objeto de selectividad política. Como resultado, la OEA perdió legitimidad y relevancia en ciertos temas, viendo disminuir su capacidad de aportar soluciones, en particular ante crisis como las de Venezuela y Nicaragua, países que se han distanciado de la Organización en los últimos años”, sostuvo la secretaria General de Relaciones Exteriores de Brasil.
Y añadió: “La tarea que debe compartir el nuevo Secretario General y los Estados Miembros no es pequeña: se trata de restaurar la confianza de todos en la OEA y en su papel en la búsqueda de una región estable, democrática, justa y próspera”.
Michael Kozak, es encargado para América Latina del Departamento de Estado, y representó a la Casa Blanca en la Asamblea General de la OEA. Kozak calificó de “histórica” la elección de Ramdin y explicitó la agenda de la administración Trump para América Latina y la OEA.
El director para América Latina de Estados Unidos planteó que es necesario terminar con los delitos transnacionales, ratificó la necesidad de iniciar la transición democrática en Venezuela, convocó a terminar con “las influencias extracontinentales” -en obvio referencia a China- y citó la situación política en Haití, que ya es un estado fallido.
Como se observó con los discursos de los representantes de Brasil y la Casa Blanca, a lo que había que agregar las posiciones de Bolivia y Panamá, Ramdin tendrá que exprimir su capacidad diplomática para equilibrar las necesidades del Caribe, los intereses de los países con gobiernos de izquierda y la agenda regional de la administración republicana.