Beatriz Pineda Sansone: Un faro en medio de la tormenta
Venezuela atraviesa tiempos de crisis política como mares embravecidos que sacuden los cimientos de las sociedades. En estos momentos de incertidumbre, la sabiduría se erige como una brújula invaluable, guiando a individuos y comunidades hacia aguas más tranquilas. La sabiduría no se encuentra en los libros, sino en la experiencia. Se aprende observando la naturaleza, escuchando a los demás y, sobre todo, escuchándonos a nosotros mismos. Sócrates, el gran filósofo griego, decía: ‘solo sé que no sé nada’. Esta es la verdadera sabiduría: reconocer nuestras limitaciones y seguir aprendiendo cada día.
El Equilibrio como Antídoto al Caos:
La sabiduría, en este contexto, no es solo conocimiento acumulado, sino también la capacidad de aplicar ese conocimiento con equilibrio y sensatez. En tiempos de polarización extrema, es esencial encontrar un punto medio donde la pasión no eclipse la razón. El equilibrio implica entender las perspectivas de quienes piensan diferente, sin caer en la descalificación. Para construir puentes de entendimiento debemos ponernos en el lugar del otro, pues en eso consiste la empatía, reconociendo con perspectiva histórica que las crisis son cíclicas y que las soluciones a largo plazo requieren paciencia y visión. Debemos ser tolerantes, aceptar la diversidad de opiniones como un enriquecimiento para la sociedad.
Aristóteles, uno de los filósofos más influyentes de la historia, dedicó gran parte de su obra a explorar la naturaleza de la sabiduría. Indagó el concepto de equilibrio como un estado ideal de armonía y distingue entre diferentes tipos de sabiduría, como la práctica (phronesis), la teórica (sophia) y la sabiduría artesanal (techne).
La crisis política invita a los venezolanos a la reflexión profunda sobre los valores fundamentales de una sociedad. Es un momento para cuestionar el statu quo y buscar nuevas formas de organización. La sabiduría nos enseña que la democracia es un proceso continuo que requiere la participación activa de todos los ciudadanos.
Los líderes deben ser servidores públicos, su objetivo principal es el bienestar común.
Habida cuenta de que la confianza es el pilar de cualquier sistema político, las instituciones deben ser transparentes. Los medios de comunicación tienen un papel crucial en la construcción del discurso público. En tiempos de crisis, es fundamental que se verifique la información: combatiendo la desinformación y las fake news; promover el debate respetuoso que fomente el diálogo entre diferentes actores sociales; ofreciendo análisis profundos de manera que ayuden a los ciudadanos a comprender la complejidad de los problemas.
A lo largo de la historia, las sociedades han enfrentado numerosas crisis. La sabiduría nos enseña que la resiliencia es una cualidad inherente al ser humano.
La resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse de situaciones difíciles, adversidades o traumas. Es como un resorte que, al ser comprimido, vuelve a su estado original, incluso con más fuerza. En el contexto humano, la resiliencia es la habilidad de afrontar el dolor, el cambio y los desafíos de la vida, y salir fortalecido de ellos.
La resiliencia puede ser un faro en medio de esta tormenta, ayudándonos a mantener la calma, a gestionar nuestras emociones de manera más efectiva, evitando caer en la desesperación o el pánico. Encontrar sentido en momentos de crisis, la resiliencia nos ayuda a buscar un propósito y un significado más profundo en nuestras vidas, que puede darnos una mayor sensación de control. La resiliencia nos conecta con los demás, fortaleciendo los lazos sociales y fomentando la cooperación. Al ser flexibles y abiertos al cambio, las personas resilientes pueden adaptarse más fácilmente a las nuevas circunstancias y aprovechar las oportunidades que surjan. La resiliencia nos impulsa a trabajar activamente para crear un futuro más positivo, incluso en medio de la adversidad.
La sabiduría y el equilibrio son herramientas fundamentales para navegar los tiempos de crisis política. Al cultivar estas cualidades, podemos transformar la adversidad en oportunidades de crecimiento y fortalecimiento de nuestras comunidades.
Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.
Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.
Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.
En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura.