Caos en el Movimiento 5 Estrellas por la guerra de poder entre Conte, Grillo y Di Maio
El partido está dividido en un sinfín de corrientes y en descomposición, sin dirección política al ser decapitada por un tribunal
El Movimiento 5 Estrellas vive un terremoto legal y político, porque hoy está sin dirección, descabezado por una decisión judicial. El partido que fundó el cómico Beppe Grillo ha pasado, en menos de una década, de verse en la cima de la política italiana a estar al borde de la escisión, en medio del caos por la guerra interna que mantienen algunas de sus corrientes. Para colmo, su líder, el exprimer ministro Giuseppe Conte, elegido presidente en una votación por internet en agosto pasado, ha sido suspendido junto a toda la dirección del Movimiento. Un Tribunal de Nápoles ha acogido el recurso presentado por algunos inscritos, reconociendo que hubo irregularidades en el voto.
En la denuncia presentada por tres miembros del M5S se cuestionaba la legitimidad de la elección de Conte, porque en la votación por internet -el método tradicional del Movimiento para adoptar decisiones- habían quedado excluidos miles de militantes, con la justificación de que llevaban menos de seis meses inscritos.
Además, se rechazaba su elección porque Conte no estaba inscrito en el M5E en el momento de su elección. El Tribunal de Nápoles suspendió el resultado de la votación de agosto por «defectos graves en el proceso de toma de decisiones». Es una decisión preventiva, a la espera de una sentencia definitiva, pero está teniendo ya consecuencias graves para el partido.
La tregua de Grillo
Giuseppe Conte ha intentado restar importancia a la decisión judicial: «Mi liderazgo no está en discusión. Mi liderazgo es político, no jurídico», ha dicho Conte. Pero ante la tormenta que vive el Movimiento, la solución se presenta muy complicada. De momento, el cómico Grillo, que se había reservado el papel de Garante del partido, ha respondido que «las sentencias judiciales se respetan». Grillo ha cogido nuevamente las riendas del partido, hasta el punto de advertir: «Desde hoy, todos callados, hasta nueva orden». Está previsto que el Grillo llegue este jueves a Roma, procedente de su residencia de Génova. Su objetivo es intentar imponer una tregua en la interminable guerra desatada en el partido.
Una parte del Movimiento, que no está conforme con Giuseppe Conte, espera que Beppe Grillo aproveche la decisión del tribunal de Nápoles para volver a la situación de hace ocho meses. Entonces, el fundador del Movimiento intentó frenar a Conte que pedía plenos poderes. Ahora, Grillo tiene en principio dos opciones, según ha explicado él mismo a algunos de sus interlocutores en el Movimiento: la primera, y en principio más segura para dar alguna estabilidad al partido, sería convocar una votación para elegir un nuevo comité de garantía, formado por tres miembros del partido. Su tarea sería la de establecer las reglas para la votación del nuevo comité de dirección del partido. La segunda hipótesis, apoyada por Conte, es aprobar con una nueva votación por internet y con nuevas reglas el estatuto del partido y coronar de nuevo como presidente a Giuseppe Conte.
Investigado
En cualquier caso, hoy el cómico Grillo tampoco vive horas felices, ni política ni judicialmente. Hace tres semanas se conoció que la fiscalía de Milán lo indaga por el presunto delito de «tráfico de influencias ilícitas», a causa de unos contratos publicitarios firmados por la naviera Moby con el blog de Grillo, el sitio web de referencia del M5E, por un importe total de 240.000 euros, entre 2018 y 2019. A cambio de esos pagos, los parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas debían orientar algunas normas en el Parlamento a favor de la compañía de navegación Moby. Por otro lado, su hijo está acusado de un presunto delito de violación.
La imagen que hoy da el Movimiento 5 Estrellas es la de un partido en descomposición. Su fracaso como movimiento populista es evidente. Ha sido incapaz en estos años de dotarse de una clase política. Alessandro Di Battista, exparlamentario del M5E, sin oficio ni beneficio, al que muchos en el Movimiento consideran un futuro dirigente, criticaba recientemente al Gobierno con esta frase: «Mario Draghi no sabe nada de política y poco de Economía». Hoy los dirigentes del M5E pueden dar muy pocas lecciones. Han caído en todos los vicios que ellos criticaban de la llamada casta política, comenzando por su líder Grillo. El Movimiento 5 Estrellas, que nació en el 2009 haciendo del lema «onestà, onestà» (honestidad) su bandera imprescindible, su razón de ser, y atacando ferozmente a los lobbies o grupos de presión, hoy descubre que su fundador ha actuado como cualquier «lobista». La tremenda paradoja es que el Movimiento, que nació incitando a los jueces a liquidar a los viejos partidos, su dirección ha sido decapitada por la magistratura. Un destino cínico e inesperado. Sorprende también la rapidez con que el M5E ha perdido consenso. En las elecciones generales de marzo de 2018 ganó con el 33 por 100 de los votos. Cuatro años después, todas las encuestas indican que apenas llega al 15 %.