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Castillo, acusado de dirigir una ‘ineptocracia’ en Perú

El líder izquierdista nombra a su tercer gabinete en seis meses tras una nueva ola de dimisiones

Pedro Castillo como presidente de Perú es un profesor al que no le gusta aprender la lección: después de seis meses en el poder ha cambiado un ministro cada 10 días. El martes tomó juramento a su tercer gabinete ministerial y desde que llegó al cargo ha vivido al borde del abismo, a sortear de manera ajustada, a los tres meses en el poder, una moción de destitución presidencial

Hace dos días Pedro Castillo tomó juramentó por tercera vez a su primer ministro, Héctor Valer, en reemplazo de Mirtha Vásquez, un recambio que no conjura la crisis política porque los problemas que aquejan a los peruanos siguen ahí, como el incremento de la inflación, una economía a la baja y el incremento de la pobreza.

Al renunciar el Gobierno, el ya exministro del Interior, Avelino Guillén, y la ex primera ministra, Mirtha Vásquez, visibilizaron que el presidente Pedro Castillo gobierna con un círculo de amigos, sin tener un horizonte claro, con una amenaza latente de corrupción y con una total informalidad al relacionarse con las entidades del Estado y los Gobiernos del exterior.

Tras la salida de Guillén, otro exministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, declaraba a ABC que «Castillo muestra una gran ineptitud como presidente en general. Perú vive una ineptocracia».

El profesor presidente

En una entrevista con la CNN, Castillo concedió que «no fue entrenado para ser presidente y que está en un proceso de aprendizaje». Al respecto, el exministro de Educación, Ricardo Cuenca, aseguraba a este periódico que esa respuesta muestra a «un político inexperto y un maestro rural que desde una posición de carencia demanda del otro un reconocimiento por el sacrificio y el esfuerzo que hace al elegir la carrera de profesor. Es decir, busca que los peruanos lo reconozcan como el profesor sacrificado que llegó al poder».

«El gabinete ministerial expresa el momento conservador que vive el país que enlaza al Ejecutivo y el Legislativo y una profundización de la precarización de la política porque la toma de decisiones se basa en intereses particulares y no en el bien común», concluyó Cuenca.

Violencia familiar

El nuevo gabinete nombrado por Castillo muestra en la práctica la ruptura de la alianza con la lideresa de Nuevo Perú, Verónika Mendoza, y el acercamiento al partido Perú Democrático en el Congreso, que es de donde procede el nuevo primer ministro. Héctor Valer, según reveló el medio digital ‘La encerrona’, tiene un proceso judicial en 2007 por haber intentado robar la prueba psicotécnica y agredir físicamente a una psicóloga con ayuda de su chófer para ser funcionario del banco estatal Agrobanco. A su vez, Latina TV reveló ayer que Valer fue denunciado por su esposa –ya fallecida– y su hija por agresiones físicas, que incluirían puñetazos y patadas. El caso de agresión llegó hasta el Poder Judicial, donde sigue abierto.

La historiadora Natalia Sobrevilla señaló al ABC que el Ejecutivo de Castillo «es un gobierno inepto. ¿Cómo salimos de esto? Es una pregunta endemoniada porque todo el sistema peruano tanto Ejecutivo y Legislativo, han implosionado y ese es el problema en sí. ¿Cómo vamos a elegir a políticos diferentes si las formas de elegir están contaminadas?», subraya.

«Pedro Castillo es una persona que salió premiado en un sorteo para ser presidente. No tiene las herramientas para ejercer el cargo. Está mortalmente herido como político. No tiene un entorno que lo ayude y lo que viene para Perú es más inestabilidad. Aún así prefiero un proceso difícil e inestable en el que estamos a que esté en el poder, Keiko Sofía Fujimori, quien representaba los poderes corruptos y fácticos», finalizó la catedrática de la Universidad de Kent.

 

 

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