Democracia y Política

Convencionales tendrán que regirse por la Constitución vigente “aunque no les guste”

Independiente de cuál de las fórmulas se escoja en el día de investidura de los 155 constituyentes, si juramento, promesa o aceptación, quienes están mandatados para escribir una nueva Carta Magna deberán respetar la Constitución. “Es un acto importante y de gran simbolismo, pero no hay que sobredimensionar si juran o no los constituyentes porque de todos modos ellos seguirán obligados a respetar las normas vigentes”, señala el constitucionalista Sebastián Soto.

 

Este domingo, el Presidente Sebastián Piñera firmará el decreto supremo para convocar la Convención Constitucional, lo que dará inicio al proceso constituyente. El plazo para que se instale la Convención con los 155 constituyentes, y se realice la primera sesión, es de 15 días, por lo será la primera semana de julio. En el decreto, el Presidente entregará el día, la hora y el lugar de esta sesión que será en la sede del Congreso en Santiago.

Ya el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, se refirió a la jornada de investidura. “La ceremonia que sea, no va a ser comandada ni dirigida por absolutamente nadie del Gobierno y por supuesto nadie del Poder Legislativo”. Agregó también que se inclinan por el presidente de la Suprema, Guillermo Silva, esto por el “prestigio” del máximo tribunal  y porque “juega un rol en la Convención; es el único poder del Estado que tiene un rol en específico en donde se pueden hacer reclamaciones sobre las controversias que se generen al interior de la Convención”.

Este escenario ya ha generado controversia entre diversos constituyentes, principalmente de izquierda, que se resisten a este esquema y plantean las más variadas fórmulas. El constituyente Carlos Calvo (IND-PS), señala que la institucionalidad actual “no se ha hecho respetar, le ha faltado el respeto a los chilenos permanentemente, entonces hay mucha molestia para que sean las actuales las que den pie a un proceso que, sin ninguna duda, es liberador”. Agrega que, en su opinión, debería presidir la ceremonia de investidura “una persona sabia, una persona que todo el mundo reconozca”, y pone como ejemplo el filósofo Gastón Soublette.

Por su parte, el constituyente electo Tomás Laibe (PS) comenta que no está de acuerdo con que sea un miembro de la Corte Suprema. Añade que le gustaría que la ceremonia fuera “algo sobrio y eso implica quizás que tenga alguna persona o algún funcionario administrativo de segundo orden o algún representante más ciudadano. Creo que eso puede ser porque aquí también no solamente hablamos de lo que cada uno quiere sino de lo que pueda concitar mayor consenso y garantía de todos los constituyentes”.

Malucha Pinto, constituyente del mismo partido, destaca que la gente no se sentiría cómoda con un anfitrión de la Suprema. “Es una Convención diversa y eso es muy importante de tomar en cuenta, por lo tanto, esa diversidad se tiene que sentir cómoda, se tiene que sentir legítima, es un rito simbólico de apertura”, agrega.

La constituyente de Apruebo Dignidad, Amaya Álvez, señaló en una columna en El Mostrador que “es importante que esta ceremonia no se empañe por la presencia de autoridades públicas cuestionadas, ya sea a nivel individual o institucional”.

Independiente del juramento o promesa, se deberán respetar las normas de la Constitución

En relación a la ceremonia de investidura, quienes conocen el proceso comentan a El Líbero que lo más probable es que el decreto de la convocatoria defina algo más “genérico” para evitar polémicas. Todavía no está claro si los constituyentes deberán jurar o prometer respetar las normas de la Constitución o cómo se desarrollará este acto. Tal como lo hacen los parlamentarios y los ministros al asumir sus funciones.

Sin embargo, independiente de lo que se decrete, se deben respetar las normas vigentes, aunque algunos constituyentes ya han llamado a no subordinarse a estas. El abogado constitucionalista que integró la comisión técnica que dio paso a la Convención, Sebastián Soto, destaca que “es un acto importante y de gran simbolismo, pero no hay que sobredimensionar si juran o no los constituyentes porque de todos modos ellos seguirán obligados a respetar las normas vigentes”.

En una columna publicada en El Mercurio, el abogado constitucionalista, Hernán Corral comentó que “sería conveniente que en el decreto de instalación que debe dictar el Presidente de la República se contemple un juramento o promesa de cumplir con todas estas reglas como requisito de la investidura”. Concluye en la misma columna diciendo “con esto a lo mejor conseguimos que lean las normas que rigen su delicadísima función”.

Sería conveniente que en el decreto de instalación que debe dictar el Presidente de la República se contemple un juramento o promesa de cumplir con todas estas reglas como requisito de la investidura”, comentó Hernán Corral en columna en El Mercurio.

El constituyente de Chile Vamos, Ricardo Neumann, señala que “debiera contemplarse una promesa o juramento a actuar conforme a las reglas constitucionales que nos regulan como constituyentes”. Agrega que considera que es un “simbolismo importante, sobre todo teniendo en consideración las declaraciones de algunos constituyentes que parece que no quieren ser tan respetuosos de las reglas que nos rigen. Por eso considero importante que haya un tipo de declaración de este estilo, conjugado con la sobriedad y eficiencia de la ceremonia, para empezar a funcionar lo antes posible”.

Carol Bown (UDI), constituyente electa por el Distrito 15, agrega que la investidura “debería incluir una aceptación de que uno tiene límites en su actuar, el respeto a las normas que regulan el proceso”. 

Similar línea tiene el constituyente UDI Alfredo Moreno, quien comenta que “todos los que fuimos electos debemos actuar conforme a la normas constitucionales que regulan este proceso. Ese es un compromiso que adoptamos cuando nos inscribimos para ser parte del mismo”. En este sentido, concluye que aunque no tiene problema en “aceptar eso de manera explícita creo que de manera tácita todos lo hemos aceptado”.

Es un simbolismo importante, sobre todo teniendo en consideración las declaraciones de algunos constituyentes que parece que no quieren ser tan respetuosos de las reglas que nos rigen”, señala Ricardo Neumann.

Sobre este punto, en una columna de opinión publicada en El Líberoel abogado constitucionalista Emilio Pfefer señala: “Quienes resultaron electos convencionales deban reafirmar el compromiso asumido al momento que decidieron participar en este proceso de que ceñirán su actuación estrictamente al marco constitucional que le dio origen y descartar cualquier intento encaminado a transformar la Convención en una instancia que se autoproclame soberana”.

Sin embargo, varios constituyentes han manifestado que no están de acuerdo con el juramento o promesa o con respetar las normas. Tomás Laibe (PS) declara que no considera que se debería jurar sobre la actual Constitución “porque estamos llamados a cambiarla”. Sobre respetar las normas señala que “se deben respetar como todo el mundo tiene que hacerlo, pero eso no significa que no podamos discutir algunas normas que queramos cambiar”. En esto coincide Calvo, que resalta que se debe respetar “en lo que nos mandate, sin que nos amarre las manos, pero en aquello que nos mandate impidiéndonos crear una nueva Constitución, que es el mandato popular, ahí no se debe respetar”.

Esto se suma a la declaración de la Vocería de los Pueblos publicada la semana pasada que llamaba a no subordinarse a las normas del Acuerdo por la Paz. El abogado constitucionalista Sebastián Zárate destaca en El Líbero que “así como un Presidente no podría atribuirse el poder de violar la Constitución, ni aún ‘invocando’ al pueblo, tampoco lo pueden hacer los convencionales como ejecutores de la voluntad popular ya expresada”.

En la columna ya citada, la constituyente Amaya Álvez también especifica que “proponemos que la investidura no incluya juramento, ni referencia al orden institucional que dejamos, sino que una investidura general para todos los miembros, llevada a cabo por los ciudadanos y ciudadanas que realizarán la convocatoria simbólica”. Ante esto, el constitucionalista Sebastián Soto, precisa: “El orden institucional vigente sigue y debe ser respetado”.

No hay consenso sobre cómo se debe desarrollar la ceremonia de investidura

A pesar de que queden pocos días, no hay consenso entre los constituyentes sobre cómo se debe llevar a cabo esta ceremonia. A mediados de semana, los Independientes No Neutrales publicaron un comunicado en el que detallaban cómo esperaban ellos que se desarrollara esta. Una “rogativa de los Pueblos Originarios, con instalación de múltiples banderas” y un “texto de aceptación de la tarea encomendada” son algunos de los puntos que proponen.

 

 

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