Dinamarca: Frederiksen confirma que se apoyará en el centro para formar gobierno
Los resultados de Groenlandia permiten al bloque de centroizquierda, liderado por la socialdemócrata, obtener los escaños suficientes para confomar el ejecutivo con ayuda de los Moderados liberales
La primera ministra, anoche, tras conocer los resultados electorales
El bloque de centroizquierda de Dinamarca, encabezado por la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen, logró en el final del recuento, ya de madrugada, retener escuetamente su mayoría. La llegada del resultado del territorio autónomo de Groenlandia, donde ganaron dos partidos relacionados, permitió a la socialdemócrata obtener los escaños suficientes. Con el 100% de los votos escrutados, el bloque de centroizquierda sumó el 49% y 87 escaños, a los que habría que añadir un diputado socialdemócrata de las Islas Feroe, el otro territorio de ultramar que, como Groenlandia, aporta dos mandatos al Parlamento danés.
Este resultado garantiza a Frederiksen la posibilidad de formar nuevo gobierno y la primera ministra danesa ha adelantado de madrugada que buscará una mayoría más estable de centro, con la colaboración de Lars Løkke Rassmussen, al frente de los Moderados liberales, cuyo proyecto alcanzó 16 escaños.
En Groenlandia, donde los colegios electorales no cerraron hasta las 23.00 horas por la diferencia horaria, el socialdemócrata Siumut y el socialista inuit Ataqatigiit mantuvieron sus mandatos, salvando literalmente a Frederiksen de perder el gobierno. La primera ministra danesa anunció que presentará a lo largo del día de hoy su dimisión e intentará formar un Gobierno de centro, como había prometido en campaña.
Su objetivo es lograr la mayor estabilidad posible en un panorama político muy fragmentado, con incluso doce partidos con representación parlamentaria. «El partido socialdemócrata acudió a las elecciones para formar un gobierno amplio», dijo esta mañana Frederiksen, que presentará hoy su renuncia a la reina Margarita II y por separado con todos los líderes políticos, ya que tanto sus aliados como Rasmussen apoyan que asuma esa tarea. La dirigente socialdemócrata aseguró que se reunirá primero con el Partido Liberal, principal fuerza opositora.
Finalmente, el Partido Socialdemócrata fue la fuerza con más votos y obtuvo el 27,5%, dos puntos más que en las anteriores elecciones de 2019. En cambio, varios de sus aliados perdieron terreno, especialmente el Partido Social Liberal, que cayó cinco puntos hasta el 3,7%. Los social liberales fueron quienes obligaron a Frederiksen a convocar elecciones anticipadas, por un escándalo político vinculado al sacrificio de millones de visiones en otoño de 2020, por una mutación del coronavirus, y aparentemente han sido castigados por su papel en la crisis de gobierno.
Los liberales, el pero resultado en 34 años
El Partido Liberal mantuvo su condición de primera fuerza en el bloque de derecha, pero con solo el 13,3%, el peor resultado en 34 años. La caída se debe en gran parte a la aparición de dos nuevas fuerzas creadas por dos figuras que salen de ese partido y que han arrastrado voto con ellas: los Moderados de Rasmussen, que se colocarían como tercer partido con el 9,3%; y los anti inmigración Demócratas de Dinamarca, de la exministra de Integración Inger Støjberg, con un 8,1%.
Regresar a la Cámara es un triunfo personal para la política popular, que hace menos de un año fue condenada a dos meses de prisión por ordenar la separación ilegal de parejas de refugiados en el que fue el primer juicio político en Dinamarca en tres décadas.
El Partido Popular Socialista, con un 8,3%, mejoró ligeramente sus cifras de 2019, mientras que Alianza Liberal, con un 7,6%, triplicó su resultado. El Partido Conservador, que a principios de verano aparecía en las encuestas como primera fuerza del bloque de la derecha, descendía hasta el 5,6%.
También entraron en la Lista Unitaria del Parlamento La Rojiverde, los ecologistas de la Alternativa y otras dos fuerzas antiinmigración, la nueva derecha y el Partido Popular Danés (DF), que sigue retrocediendo, tras convertirse en 2015 en la segunda fuerza más votada de Dinamarca. Ahora no llega ni al 3%.
