Esta noche, en las zonas más perjudicadas, miles muestran el robusto brazo de la solidaridad
El sismo ha transformado profundamente una ciudad que en sus días habituales parece renegar de la misma. Hoy los voluntarios piden una oportunidad para ayudar, respetan señalamientos de quienes orientan el tráfico y caminan por calles que tienen huellas de un temblor que escogió justo el 19 de septiembre para expresarse, 32 años después de aquel otro 19 de septiembre pero de 1985.
Ciudad de México, 20 de septiembre (SinEmbargo).- La segunda noche después del temblor ha alcanzado a la capital mexicana. Miles de personas continúan en intensas movilizaciones de norte a sur en la vieja ciudad azteca, que sigue esperanzada en encontrar vida bajo los escombros y a pesar de la lluvia no deja de buscar.
En las calles de las colonias más afectadas por el temblor de 7.1 grados, las cuadrillas de rescate se aglutinan sobre edificios que se desplomaron o intentan ayudar a derribar muros endebles o techos que cedieron para dar paso a una tragedia difícil de contabilizar.
Algunos restaurantes en la zona Condesa-Roma reabrieron, pero no todos. La alerta por edificios dañados o con ciertas sospechas que escondieran daños agolpan cuadrillas por las calles y extienden la precaución.
La ardua labor es complicada por la noche. Los jóvenes son un apoyo importante en la tragedia. Foto: SinEmbargo
El enorme edificio de Plaza Condesa está completamente aislado. El daño que sufrió es severo, y durante el día se ha alertado de la posibilidad del derrumbe. Desde al menos dos calles a la redonda se han tendido cordones amarillos de precaución mientras decenas de jóvenes voluntarios auxilian para evitar que la gente cruce hacia donde se encuentra la construcción.
En las calles aledañas al Parque España, el Parque México, la populosa avenida Obregón, hay cientos de elementos de seguridad y de Protección Civil, así como voluntarios que dirigen el trafico, dan acceso o lo niegan a una zona que esta noche todavía está como 24 horas antes: colapsada.
Ríos de personas llegan a este nudo de calles que unen las colonias Roma y Condesa. Traen bolsas con víveres, medicamentos; ofrecen ayuda y cargan equipo que puede ser útil para el rescate como palas, picos, marros, pinzas, tapabocas e incluso cascos de protección. Hay jóvenes, posiblemente estudiantes de medicina que traen material médico e incluso camillas.
En los parques de la Condesa, miles muestran esta noche qué tan robusto es el brazo de los mexicanos a la hora de ser solidarios. Aunque todo falta, sigue llegando. En filas de cien o más, mujres y hombres por igual trasladan donativos y los etiquetan con gran velocidad porque alguien más depende de ellos, porque alguien más lo está esperando.
El sismo ha transformado profundamente una ciudad que en sus días habituales parece renegar de la misma. Hoy los voluntarios piden una oportunidad para ayudar, respetan señalamientos de quienes orientan el tráfico y caminan por calles que tienen huellas de un temblor que escogió justo el 19 de septiembre para expresarse, 32 años después de aquel otro 19 de septiembre pero de 1985.
Jóvenes médicos socorren a las personas heridas. Foto: SinEmbargo
Hay decenas de cortes viales de las colonias más afectadas y no es fácil entrar en vehículo. Lo que fue la bulliciosa zona de bares y restaurantes de la Condesa hoy está apagada. Elementos del Ejército Mexicano participan en una tarea ardua para conservar la calma, alejar a la agente de las zonas de riesgo y para participar en los intentos de rescate en edificios que colapsaron o que tienen daño severo.
Cientos de motocicletas recorren avenidas atrayendo y llevando rescatistas; jóvenes con cajas y bolsas reparten alimento.
Pocas veces la ciudad está tan viva en un momento en el que, por desgracia, es el temor a la muerte lo que la anima.
MÁS ZONAS NECESITAN AYUDA
Ante la alta afluencia de ayuda material y de voluntarios, se ha recomendado acudir a las delegaciones para que de ahí sea canalizada la ayuda.
En la explanada de la Delegación Cuauhtémoc se desplegaron unas mamparas para entregar alimentos, para informar en dónde hace falta la ayuda y para informar de afectaciones en los hogares.
En Centro Médico, doctores voluntarios tienen exceso de medicamentos, lo que necesitan es equipo médico.
Informan que ya no es necesario que envíen comida.
Lo que es urgente es que se comuniquen al número 5514687061 para informar a dónde enviar.
A ese número se tienen que enviar fotos para verificar que en los sitios se necesitan medicamentos.
Informan que urgen equipos de disección, termómetros, sutura (nylon y seda).