Democracia y PolíticaJusticia

Feijóo y Marchena

Ha convertido una victoria personal en una victoria para todos los españoles. Así es como la derecha tendría que ganar siempre las elecciones

El pacto sobre la Justicia que Feijóo ha ofrecido al Gobierno no lo habían preparado aficionados como los que redactaron los añadidos de la ley de amnistía o el bodrio entero del ‘sí es sí’. Por su contenido y lo que consagra se ve la mano de profesionales con conocimientos jurídicos de la talla por lo menos de Mauel Marchena. De hecho, este acuerdo que brillantemente Feijóo ha arrancado a Sánchez es un escudo para la Sala Segunda y los fiscales del juicio del proceso independentista. El líder del PP puede presumir de pacto y de haber encontrado una línea de oposición dura pero que refleja su personalidad. Siempre estamos mucho más cerca de conseguir lo que ansiamos cuando nos comportamos lo más parecido a nuestro carácter que si intentamos hacer aquello en lo que no creemos y además nos queda grande.

Otro mérito de Feijóo es haber arrastrado a Sánchez a la centralidad de escenificar que el mejor pacto de España es entre PP y PSOE. Es verdad que ha habido otros que también han sido interesantes –Majestic– pero lo culto y lo civilizado es que los dos grandes partidos sean capaces de llegar a acuerdos y más si son tan buenos como éste que asegura, según titulaba ayer ABC, «el último reparto político de la Justicia».

Es real el riesgo que también el periódico señala de confiar en la palabra de un presidente como Pedro Sánchez y no hace falta llegar a él para constatar las tinieblas en que está sumida la izquierda. Tras darse a conocer el acuerdo fue tendencia en la red social X la frase «odio al PP», compartida por simpatizantes socialistas y de Vox. Igualmente Patxi López constató que de nada sirvió el esfuerzo que la derecha hizo por volverlo un político generoso, inteligente y razonable entregándole la presidencia del País Vasco para que por primera vez no estuviera en manos del PNV, y a las pocas horas de anunciarse salió a minimizar el pacto con comentarios hirientes y humillantes contra el Partido Popular. Pero en fin, si esta vez Sánchez incumple, será ante las más altas instituciones europeas.

Feijóo ha obligado al Gobierno a firmar lo que rechazó hace más de cuatro años y además bajo la apariencia de que detenía la riña partidista en la orilla y los dos grandes partidos sabían ceder para llegar a grandes acuerdos en favor de la convivencia y la democracia. Es cierto que la convivencia y la democracia salen fortalecidas, y mucho, pero gracias al talento de Marchena, a la resistencia de Feijóo y a que a Sánchez no le ha quedado otra que tragar.

Pretender como ‘El País’ que la presidenta Ayuso es contraria a este pacto cuando está siendo una indiscutible víctima de la politización de la Justicia son ganas de engañar a los lectores sembrando falsas cizañas. Feijóo ha convertido una victoria personal en una victoria para todos los españoles. Así es como la derecha tendría que ganar siempre las elecciones.

 

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