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Graham Nash: «El poder aprendió en los 60 que influíamos ideológicamente, por eso ya no hay artistas que agiten el avispero»

La leyenda de Crosby, Stills Nash & Young vuelve a brillar con la publicación de uno de los conciertos más icónicos de los estertores de la era hippie, 'Live at Fillmore East, 1969'

                      Crosby, Stills, Nash & Young actuando en el Fillmore East en septiembre de 1969 abc

 

El rugido del público pidiendo más retumbaba en el camerino de Crosby, Stills Nash & Young cuando de pronto, alguien deslizó un billete de cien dólares bajo la puerta. «Podéis quedároslo si salís a tocar otra canción». Era el promotor de conciertos y dueño del Fillmore East, Bill Graham, tratando de convencerles para hacer un bis antes de que la horda hippie que abarrotaba el recinto perdiera los nervios. «Esperad», dijo Neil Young cuando los chicos ya iban a coger el dinero y abrir la puerta. «Esperad a que meta más billetes». Uno a uno, obligaron a Graham a subir hasta los ochocientos, y fue entonces y sólo entonces cuando la banda folk-rock por excelencia de la era del ‘peace & love’ -esa que comenzó con quemas públicas de dinero- volvió a salir para rematar lo que la prensa definió, con tremenda sencillez, como «un concierto para recordar».

El 20 de septiembre de 1969, CSN&Y llegaron a Nueva York para dar cuatro actuaciones en dos días en el Fillmore East. Apenas había pasado un mes desde su icónico recital en el festival de Woodstock, «sin duda un acontecimiento de proporciones históricas» describe a ABC Graham Nash, que sin dejar de reconocer que «toda esa época se ha mitificado mucho desde entonces», asegura que «sería ingenuo dudar de su trascendental impacto en la cultura popular». Lo mismo puede decirse de la revolución juvenil de los años sesenta en general, «que fueron geniales en muchos aspectos», defiende Nash. «La música explotaba e influía en la cultura popular. Al mismo tiempo, las cosas distaban mucho de la versión idealizada de los 60 que se ha convertido en mitológica con el paso del tiempo. Pero nosotros, por nuestra parte, nos esforzamos al máximo por hacer música que nos satisficiera como banda y que sintiéramos que resonaría en el público. En la primavera y el verano de 1969, se podía oír el álbum de Crosby, Stills & Nash desde las ventanas de las residencias universitarias y los hogares de todo el país. Fue muy gratificante haber tenido una influencia tan profunda en la música de la época».

Más de medio siglo después de su paso por el Fillmore neoyorquino, una grabación multipista que recoge el cuarto de esos espectáculos ha sido descubierta para solaz de los amantes de aquella etapa temprana de CSN&Y. Publicada por el sello Rhino en vinilo (2LP) y CD, ha sido remezclada por Stephen Stills y Neil Young junto a John Hanlon en los Sunset Sound Studios en Los Ángeles, con un audio cortado en laca AAA para que el lanzamiento en vinilo brinde una fidelidad a la altura de los coros celestiales de este supergrupo que formó parte inexcusable de la banda sonora de la contracultura. «Ahora, el poder, la gente que controla los medios de comunicación, no quieren que los artistas de hoy agiten el avispero. Porque aprendieron en épocas anteriores cómo los artistas pueden influir en su público y contribuir a la resistencia ideológica», dice Nash comparando el panorama de finales de los sesenta con el de mediados de los veinte, el actual, en el que «desgraciadamente no sólo se silencia la voz de los artistas, sino también la de muchas otros».

En aquella época, CSN&Y no tenían «ni idea» de cuánto durarían ellos, ni tampoco de cuánto duraría la efervescencia en general. Así lo confiesa Stephen Stills en el libreto de Live at Fillmore East, 1969′, donde se pueden escuchar las canciones que formarían parte de su debut como cuarteto, ‘Déjà Vu’ (1970). «Tampoco teníamos ni idea de lo grande que se iba a volver el grupo, sólo sabíamos que teníamos algo muy bueno entre manos, y que más valía que nos pusiésemos a trabajar para desarrollarlo. Estos dos primeros conciertos servirían de base para las canciones que vendrían después, pero de momento teníamos estas canciones y algunas que nos quedaban de proyectos anteriores. Todo fue sobre la marcha. No teníamos ni idea de lo que hacíamos, éramos una banda a la carrera. Llevábamos meses cantando nuestras canciones acústicas a quien quisiera escucharlas, por eso el álbum surgió tan fácilmente. La forma de cantar prácticamente se arregló sola, con algunas ideas premeditadas muy inspiradas, pero la mayor parte surgió de forma natural. Luego, cuando nos dimos cuenta de que teníamos que ir de gira, nos concentramos en tener algo de música eléctrica para tocar. Especialmente desde que Neil subió a bordo».

«Para mí, CSN&Y fue la oportunidad de reunirme con Stephen Stills y revivir la energía de Buffalo Springfield», cuenta Young en el texto que acompaña este delicioso disco dedicado al fallecido David Crosby. «Él siempre fue nuestro catalizador, las voces de Graham y Stephen, junto a las de David y la mía, elevaban el espíritu. Fueron grandes momentos que nunca olvidaré», dice el artista canadiense.

«Al escuchar esta grabación en vivo nuevamente después de todos estos años, puedo decir cuánto nos amábamos unos a otros y cuánto amábamos la música que estábamos creando», concluye Nash. «Éramos cuatro personas disfrutando de los diferentes sonidos que generábamos, cantando juntos plácidamente en algunos momentos, y rockeando como locos en otros. Ante todo, éramos cuatro jóvenes disfrutando al máximo del momento que nos había tocado vivir».

 

 

 

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