Democracia y Política

La extrema izquierda allana el camino para un Gobierno socialdemócrata en Suecia

El antiguo líder comunista ha anunciado que su formación se abstendrá en la votación de investidura de Stefan Löfven que se celebrará este viernes

Suecia está cada vez más cerca de solucionar la grave crisis política que ha sumido al país en la ingobernabilidad desde las elecciones del pasado 9 de septiembre. El líder de La Izquierda (excomunistas), Jonas Sjöstedt, ha confirmado este miércoles que su partido se abstendrá en la investidura a primer ministro del líder socialdemócrata, Stefan Löfven, en la votación programada para este viernes. De salir adelante la investidura, Suecia no sólo cerrará el mayor período de su historia sin Gobierno (más de cuatro meses, 138 días), sino que una vez más, mantendrá alejado del poder durante los próximos cuatro años al cada vez más fuerte partido ultraderechista y xenófobo de los Demócratas Suecos (DS).

“Nos abstendremos en la votación del primer ministro y lo haremos con desconfianza”, advirtió Sjöstedt tras reunirse con el presidente del Riksdag (Parlamento), Andreas Norlén. El excomunista, sin embargo, ha matizado en un artículo publicado en el diario nacional Aftonbladet que su apoyo externo está condicionado a que el próximo Ejecutivo no traspase sus “líneas rojas” en política de vivienda y en seguridad laboral. De lo contrario, los excomunistas presentarán una moción de confianza al Gobierno. “Que quede claro: no somos parte de su acuerdo [de Gobierno]. Somos la oposición de izquierdas”, ha añadido dejando claro también que La Izquierda es un partido «antirracista», en alusión a que su apoyo externo tiene como objetivo colaborar en el cordón sanitario (aislamiento pactado) a los Demócratas Suecos, tercera fuerza parlamentaria (62 diputados) y al alza en las últimas encuestas.

La Izquierda, con 28 diputados en el Riksdag (Parlamento), se había convertido el pasado fin de semana en una fuerza crucial para que Löfven y sus socios naturales, Los Verdes, llevaran a cabo su cordón sanitario para frenar a la extrema derecha, junto a dos partidos menores de la derecha -Liberales y Centro-, que la semana pasada se desmarcaron de La Alianza conservadora por temor a que iniciase contactos con los ultras de Jimmie Åkesson para llegar al Gobierno.

Está previsto que los 349 diputados del Riksdag revaliden este viernes la investidura de Löfven, quién solamente necesita que una mayoría no esté en contra de su candidatura. Con los votos a favor de su formación socialdemócrata (100) y los de los Verdes (16); más las abstenciones de La Izquierda, Centro y Liberales (28, 31 y 20, respectivamente), Löfven tendría 195 votos que no votarán en su contra y será, por tanto, proclamado primer ministro de Suecia.

Una doble victoria para la socialdemocracia porque, por un lado, sobrevive en el Gobierno cuando esta familia política está en declive en todo el continente europeo, y por otro, Suecia se convierte en el único país de la región que mantiene a la extrema derecha alejada del poder. El Partido del Progreso, en Noruega, ocupa varios ministerios dentro de la coalición de Gobierno con los conservadores de Erna Solberg; Los Verdaderos Finlandeses entraron también en un Gobierno de coalición —y en las próximas elecciones de abril se comprobará su alcance—; y Dinamarca tiene un Gobierno de coalición conservador gracias al apoyo externo de los xenófobos del Partido Popular Danés, formación que se sitúa en segunda posición (18,2%) de cara a las elecciones de esta primavera, según la última encuesta de Voxmeter.

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