La oposición pide el cese de Borrell tras la multa por usar información privilegiada
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha multado al ministro de Exteriores, Josep Borrell, con 30.000 euros por usar información privilegiada en la venta de acciones de la compañía Abengoa, de la que era consejero, en un momento crítico para la firma. Esa infracción no merece en absoluto su salida del Gobierno, según ha decidido el presidente, Pedro Sánchez, pese a que la petición de destitución que le plantean Podemos y PP eleva la presión política. Ciudadanos exige a Borrell que comparezca en el Congreso para aclarar la operación.
Todo estaba ya explicado, pero ha sido ahora cuando se ha divulgado la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha ratificado la multa al ministro por una infracción considerada muy grave. El motivo es que, como consejero de esta compañía, Borrell tenía acceso a información sensible que habría podido condicionar su decisión de vender antes del desplome bursátil de Abengoa, empresa de tecnología y energías renovables. Los detalles sobre esta operación de 2015 los conocía ya el presidente del Gobierno y consideró suficientes las explicaciones del ministro. Pero lo que le vale a Pedro Sánchez y a su Gobierno no le sirve a la oposición.
Borrell se deshizo de 10.000 acciones de la tecnológica (por valor de 9.030 euros) el 24 de noviembre de 2015, solo un día antes de que la compañía se depreciara con fuerza en Bolsa, con motivo de la presentación de un preconcurso de acreedores. La sanción apareció en el Boletín Oficial del Estado. Borrell realizó la operación “por cuenta de un tercero”, su exesposa Carolina Mayeur.
30.000 euros de sanción
El ministro decidió no recurrir la multa de 30.000 euros, pese a que no comparte el análisis de la CNMV. Su intención era evitar más proyección pública a este asunto. El impacto político que ha tenido la sanción pone en duda lo acertado de esta estrategia. El PP ha pedido su dimisión, pero lo que más preocupa al Ejecutivo es que, sin aspavientos, sin dialéctica de grueso calibre, Unidos Podemos, el principal apoyo parlamentario del Gobierno, da por supuesto que en horas el veterano político debe abandonar su puesto. “El Gobierno no puede permitir que uno de sus ministros haya sido sancionado por la CNMV por vender acciones con información privilegiada”, sentenció el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. “Respeto a Borrell por su inteligencia y su altura política y creo que dimitirá sin necesidad de que se lo exijamos. Tiene la oportunidad de dar ejemplo”, trató de dar por sentado el líder de Podemos.
La ausencia de novedad en este caso —el propio ministro informó de que iba a ser multado— no importa a la oposición, que desde ha incorporado al titular de Exteriores al listado de ministros cuya dimisión reclama. Desde Adra (Almería), el líder del PP, Pablo Casado, preguntó a Sánchez “a qué espera para cesar a sus ministros”. Así, en plural.
No soltará este asunto el PP, según fuentes parlamentarias, que indican que lo plasmará en las sesiones de control al Gobierno. El Gobierno ahora está pendiente de la actitud de Podemos para saber qué grado de presión ejercerá este grupo. La semana pasada el partido de Iglesias propició la reprobación de la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Salió adelante con su abstención. Es un castigo simbólico, no vinculante, pero tiene la carga política de que lo ejerce el grupo que apoya al Gobierno. A diferencia del PP, la dirección de Ciudadanos no pidió la dimisión de Borrell, sino que su grupo quiere primero escuchar al ministro. Este martes registró la petición de comparecencia en el Congreso. Para Ciudadanos, el ministro merece todo el reconocimiento por su posición en defensa del constitucionalismo en Cataluña y con él han participado en actos de Sociedad Civil Catalana. Tanto por su posición sobre Cataluña como por su experiencia y solvencia en muchos campos, Borrell es un puntal en el Gobierno de Sánchez. Está por ver el alcance de este revés.