La teoría conspirativa: El ascenso del Homo insensatus
Las teorías conspirativas como agentes de embrutecimiento
Lo que comenzó hace décadas con aspecto inofensivo y hasta jocoso se ha ido convirtiendo en una de las grandes fuentes de embrutecimiento a nivel planetario y amenaza con crear una sub especie humana que ya no podría llamarse Homo sapiens. Habría que darle otro nombre eliminando lo de sapiens, ¿quizás Homo insensatus?
Producía hilaridad eso de difundir la especie de que Hitler no había muerto en su bunker sino que vivía en la Patagonia sembrando hortalizas, o que Carlos Gardel no había muerto en el accidente aéreo de Medellín y le habían hecho una cara nueva o que Elvis Presley no había muerto y trabajaba de mesonero en Nueva Orleans.
Poco a poco estas creencias simplonas y absurdas, propias de quien se resiste a aceptar la muerte de alguien famoso, tal como ya se preparan los seguidores de Maradona para elaborar la suya, poco a poco -repito – se fueron convirtiendo en teorías conspirativas de significativa complejidad. Por ejemplo, hay una que afirma que los americanos nunca fueron a la Luna y que todo fue una patraña filmada en algún desierto del oeste estadounidense. De igual manera, hay miles de personas que juran que la Tierra es plana, a pesar de las numerosas fotos tomadas desde el espacio que muestran a nuestro planeta como un hermoso globo azul. Esta gente hasta tiene su reunión anual, muy concurrida.
Hay millones de creyentes en que las vacunas matan a la gente y no permiten que vacunen a sus hijos, exponiéndolos a toda clase de enfermedades. Con motivo de la pandemia que nos azota ha surgido una corriente muy fuerte que se opone a la idea de vacunarse cuando esté lista la vacuna contra el corona virus. Más aún, en esta misma línea de pensamiento, hay millones que hablan contra el uso de la máscara contra el COVID-19, ya que la consideran como una forma de esclavizar al ser humano, como un atentado a su libertad individual y no como un acto de sensatez y de solidaridad con sus semejantes.
En los últimos años la intensidad y la variedad de teorías conspirativas ha aumentado casi exponencialmente, ahora mezcladas, con efectos destructivos para la sociedad, con la actividad política. Veamos algunas de las más recientes.
EL ESTADO PROFUNDO
Una de las primeras teorías conspirativas generadas por el gobierno de Donald Trump como herramienta electoral recibió el nombre de El Estado Profundo, la cual postula la existencia de un gobierno paralelo y misterioso, dentro del gobierno estadounidense, creado por gentes que desean destruir a la nación. En esta conspiración estarían involucrados el FBI, la CIA y el Pentágono, entre otras instituciones. Pensar así llevó al presidente Trump, en reunión con Putin, a descalificar a sus propias agencias gubernamentales que hablaban de la intromisión rusa en las elecciones de 2016 y a absolver públicamente a Putin de ese crimen.
Esta teoría conspirativa de El Estado Profundo fue desarrollada por Steve Bannon, asesor de la campaña presidencial de Trump, quien por cierto ha sido acusado de robo al utilizar un millón de dólares del dinero recogido para “construir la pared con México” para sus gastos personales.
EL GRAN RESETEO
Con este nombre el World Economic Forum, organización tipo Think Tank que agrupa a unas mil empresas, de las más importantes del mundo, (ver lista en: https://www.weforum.org/partners#C), elaboró unos escenarios posibles para el año 2030, en los cuales menciona una tendencia llamada Stakeholder capitalism, orientada no ya solamente a beneficiar a los accionistas sino a todas las partes interesadas (los Stakeholders), lo cual añadiría una dimensión mucho más humana y solidaria a la distribución de los beneficios corporativos. Estos escenarios hechos públicos por el Foro de Davos han sido tomados por extremistas como Glenn Beck, el mismo Steve Bannon arriba citado, el aliado más importante de Trump en Fox News, Tucker Carlson, un arzobispo llamado Carlo María Viganó, entre otros, para crear una teoría conspirativa según la cual el Gran Reseteo es un plan de dominación mundial a cuya cabeza están el comunista y pedófilo Joseph Biden, el infaltable George Soros, Bill Gates, el príncipe Carlos de Inglaterra y el papa Francisco para dominar al mundo y hasta quitarle la comida de la boca a la gente, como nos advierte un comentarista llamado César Vidal en sus artículos, ver No tendrás nada y serás feliz.
En carta a Donald Trump el arzobispo Viganó ha llegado a acusar a Bill Gates de liderar ese Gran Reseteo, utilizando la obligatoriedad de la vacuna contra el virus para someter a la humanidad, ver carta here.
En esta carta Viganó le dice a Trump, lo siguiente (traduzco extractos de la carta): “El arquitecto de este plan es una élite global que quiere esclavizar a la humanidad. En algunas naciones ya este plan está aprobado y financiado. Detrás del plan está la gente poco escrupulosa del Foro de Davos, quienes quieren imponer una dictadura mundial, según la cual deberemos renunciar a la propiedad privada y someternos a un programa de vacunación contra el COVID -19 promovido por Bill Gates…. quienes no acepten estos términos serán confinados en campos de concentración o arrestados con su casa por cárcel… etc. etc. etc. “.
Este no es un loco suelto, gritando en una plaza vacía sino todo un arzobispo escribiendo a su amigo y aliado, el presidente de los Estados Unidos, a fin de que reaccione contra este “crimen”. ¿No es esto aterrador?
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
Esta teoría conspirativa es similar pero más antigua que el Gran Reseteo y está basada en la creencia que un grupo que se reúne a puertas cerradas, liderado por ¿quién más? George Soros, está urdiendo asumir el control del poder mundial para eliminar el patriotismo y el nacionalismo. Sus líderes son, en gran parte pedófilos (Biden, de nuevo, es mencionado como tal) y han concebido el fraude del corona virus para imponer controles que restringirán nuestras libertades. Es asombrosa la cantidad de personas educadas e inteligentes que creen este cuento del Nuevo Orden Mundial. Trump ha utilizado esta teoría conspirativa en sus discursos para promover la polarización de “nosotros” contra “ellos”, lo mismo que hacia Chávez. Según Trump los humanos se dividen en dos grandes grupos: Sus seguidores, que él llama “patriotas” y los enemigos que él llama “Globalistas”. Según él, toda organización internacional como la ONU, la Asociación Mundial de la Salud, el Convenio Ambiental de París, la OTAN, la Unión Europea, todos son parte del macabro intento de dominación que llama El Nuevo Orden Mundial y contra el cual es necesario luchar. Claro, solo él puede liderar esta batalla, como presidente de los Estados Unidos. Al plantear esta situación como de vida o muerte es fácil comprender por qué se aferra de manera criminal al poder y como ello ha generado la teoría conspirativa que mencionamos a continuación.
EL MAGA DENUNCIA UN MEGA FRAUDE
Como parte integral de esta enredadera de teorías conspirativas el presidente Trump ha denunciado un mega fraude electoral y se ha negado a reconocer la victoria de Joseph Biden. El hombre del MAGA, Make America Great Again, denuncia un MEGA fraude que pone en duda todo el sistema electoral estadounidense, un sistema que se ha mantenido basado en la confianza desde Washington hasta nuestros días, con algunas pequeñas crisis superadas en buena forma. Según Trump todo el sistema electoral de USA está corrompido e involucra, así lo dijo ayer, al FBI y al departamento de justicia de su propio gobierno, así como a testigos, empresas de maquinaria electoral, jueces, votantes, gobernadores de estado, servicio de correos, televisoras, diarios; existirían centenares si no miles de conspiradores en su contra.
En una actitud sin precedentes por su virulencia el presidente Trump ha dicho que él ganó y que no reconoce a Biden como ganador y que irá hasta la Corte Suprema, la cual él piensa le será favorable ya que el ala conservadora de ese alto tribunal tiene seis miembros contra tres miembros liberales. Lo cierto hasta ahora es que, de las 32 demandas que Trump y su abogado estrella, Rudy Giuliani, han introducido solo una ha prosperado y afecta a unos pocos centenares de votos.
Esta es la teoría conspirativa más dañina que existe hoy en contra de la nación estadounidense. Y viene, precisamente, del presidente de la nación. Es decir, el piloto del avión sale a la cabina principal y le dice a los pasajeros: este avión es una mierda. Sin embargo, él desea seguir siendo el piloto y ya está pidiendo dinero para lo que será su campaña presidencial de 2024. Piensa, inclusive, dar su primer mitin de campaña el mismo día en el cual estén inaugurando a Biden, en lo que sería un acto grosero y patán sin precedentes en la historia del país.
LOS DIOSES ENLOQUECEN A QUIENES DESEAN PERDER
Como las teorías conspirativas abundan yo creo tener el derecho a cultivar una propia. Se trata de la siguiente:
Así como sus seguidores alegan que Chávez fue inyectado por la CIA con células cancerosas, a pesar de estar en La Habana en manos de los médicos de Fidel Castro, no es imposible que en ocasión de la visita que hizo Trump a Rusia, a reunirse con Putin, al mandatario estadunidense le haya sido inyectado un suero con efectos sobre el cerebro que lo haya convertido en un instrumento de Putin y de sus intereses, una especie de “candidato de Manchuria” , la novela de Richard Condon, llevada al cine en 1962. Este suero, actuando sobre el cerebro de Trump le lleva a creer que sus amigos son Putin, Erdogan, Duterte, Bolsonaro, Bin Salman y el dictador norcoreano; que los negros son gente inferior, que los países latinoamericanos son “shitholes” y que sus enemigos son los miembros de la Unión Europea y sus compatriotas del partido demócrata, la prensa en manos de las élites, el Pentágono, el FBI y las mujeres, a quienes hay que agarrarlas por las partes pudendas para que respeten. Le ha inyectado el mensaje que la crisis del ambiente no existe, que el coronavirus es un fraude en el cual está mezclado el idiota de Fauci y que toda esa gentuza le está tratando de robar la presidencia porque él es el único que puede salvar a la humanidad de los pedófilos liderados por Biden.
Esta sería una teoría conspirativa más, a pensar en la cual tengo perfecto derecho, habida cuenta de la existencia de tantas otras existentes, cada cual más grotesca y más absurda. Sin embargo, debo agregar lo siguiente:
Yo no creo en esta teoría conspirativa de un suero inyectado a Trump por los rusos para actuar como actúa. La esbocé para ilustrar cómo todos podemos crear escenarios absurdos y cómo muchos lo hacen para promover sus objetivos personales.
Porque la verdad es que lo que estamos viendo no requiere de una teoría conspirativa para explicarse. Lo que está sucediendo, este verdadero intento de golpe de estado populista y descarado, es posible porque Trump es Trump, porque así es Trump.
Del niño malcriado y resentido en el seno de la familia, como nos dice su sobrina, Mary L. Trump, en su libro “Too much and never enough”, Trump ha llegado a ser un adulto narcisista, inseguro y mezquino, quien tiene el solo objetivo de su propio engrandecimiento.
LAS PERDIDAS DE LOS ESTADOS UNIDOS HAN SIDO CUANTIOSAS
Las teorías conspirativas descritas arriba han llevado a los Estados Unidos a sufrir cuantiosas pérdidas materiales, de vidas humanas y de prestigio mundial. Lo peor es que las teorías conspirativas son casi indestructibles porque no son vulnerables a la razón. Al contrario, mientras más evidencias y razonamientos se les opongan más se atrincheran sus seguidores en la creencia irracional. Ello es así porque no se trata de la realidad, se trata de querer creer. Un abogado venezolano graduado en Harvard, creyente en la teoría conspirativa del mega fraude electoral, decía en su cuenta twitter que el despido de la abogada Sídney Powell de las filas de asesores de Trump no se debía a que la señora estaba descarrilada mentalmente sino que ello había sido una “jugada maestra” de Trump, “como se verá después”.
Todo tendrá una explicación, dicen los creyentes en las teorías conspirativas…. en la dimensión desconocida.