Las elecciones en Polonia abren la puerta a un gobierno del europeísta Donald Tusk, según los sondeos
El gobernante Ley y Justicia es el ganador de los comicios, pero le falta la mayoría suficiente y los pactos permitirían un cambio en el Ejecutivo
Con los datos de los sondeos a pie de urna y a la espera del recuento de votos, el partido gobernante Ley y Justicia (PiS) se sitúa este domingo como la formación más votada, con el 36,8% según Ipsos, lo que se traduciría en 200 escaños en el Sejm, de un total de 460. Eso significa que no conseguiría mayoría suficiente para gobernar y que la oposición podría tratar de formar una coalición amplia. El mayor grupo de oposición, la Plataforma Cívica liberal (KO), obtendría según el mismo sondeo el 31,6% de los votos, lo que le daría 163 escaños, y podría entonces buscar una coalición con la centroderecha de la Tercera Vía y la Nueva Izquierda, con un 13% y un 8,6% respectivamente.
Si los resultados oficiales confirman los sondeos, Polonia podría obtener un gobierno europeísta que lograse desbloquear los 110.000 millones de euros de los fondos europeos congelados debido a que Bruselas ha tenido hasta ahora reservas sobre las condiciones del Estado de derecho, especialmente sobre la independiencia judicial y la libertad sexual, que el Pis ha ido restringiendo en las dos últimas legislaturas.
Las reacciones de los partidos
Estos datos preliminares fueron suficientes para que Donald Tusk, líder de Plataforma Cívica, saliese a celebrar el ‘triunfo electoral’ ante los numerosos afiliados que se concentraban en la sede del partido en Varsovia. «¡Polonia ha ganado! ¡La democracia ha ganado! ¡Los hemos sacado del poder!», fueron sus primeras palabras, recogidas con brindis y aplausos, «formaremos un gobierno democrático con nuestros socios». Minutos más tarde confirmó la alianza Włodzimierz Czarzasty, de Nueva Izquierda: «Después de 18 años, la izquierda vuelve a la cogobernanza en Polonia».
Por su parte, en la sede del PiS, hubo aplausos, pero ninguna euforia. El líder histórico del partido, Kaczýnski se limitó a decir que «hay que esperar a ver cómo se desarrolla el recuento» y que «todavía queda la cuestión de si este éxito se puede convertir en otro mandato de nuestro gobierno», pero las esperanzas eran muy reducidas por el pésimo resultado obtenido por su potencial socio, la Confederación, un 6,2% según el mismo sondeo.
Las valoraciones de los politólogos
En una primera valoración, Małgorzata Myśliwiec, politóloga de la Universidad de Silesia en Katowice interpretaba que «la victoria del bloque democrático significa que volvemos a Occidente». Edit Zgut-Przybylska, profesora adjunta de la Academia Polaca de Ciencias, decía que, en su opinión, lo que está en juego en la formación de Gobierno es si Polonia revierte su «retroceso democrático» o «sigue a Hungría en el club de las autocracias electorales». «Este podría ser el último momento para restaurar el Estado de derecho polaco», insistía, sin olvidar que «el país desempeña un papel geopolítico fundamental en la aguda crisis existencial planteada por Rusia porque, si el PiS permaneciese en el poder y completase su reconstrucción autoritaria, la UE podría hacer la vista gorda para mantener a Polonia a bordo de la ayuda a Ucrania y esto tendría un impacto perjudicial, no sólo para Polonia sino para el diseño democrático de la UE en su conjunto».
Hechos destacados en la jornada electoral
A lo largo de la jornada electoral, fue necesario llevar a cabo un control de explosivos en el colegio de la calle Tarnowiecka, en Praga Poludnie, y un miembro de una comisión electoral en Breslavia hubo de ser sustituido debido a curiosos comportamientos que hallaron su explicación en el alcoholímetro: 45 por mil. Pero los incidentes fueron menores y los temores surgidos en redes sociales por la corrección del proceso no se manterializaron. Asimismo, más de cien observadores de la OSCE vigilaron la votación sobre el terreno, según confirmó Douglas Wake, jefe de la misión, que ofrecerá su balance preliminar a lo largo del día de hoy en una conferencia de prensa. Aunque el balance en principio es positivo, advierte sobre «problemas a más largo plazo en el clima político y mediático», como el hecho de que la televisión pública tiene un claro sesgo en favor del PiS. También decenas de miles de voluntarios polacos que inscribieron para supervisar la votación en los colegios electorales.
Donald Tusk, que volverá seguramente al cargo de primer ministro que ya ocupó entre 2007 y 2014, es un ardiente defensor del proyecto europeo y los valores liberales. El desgaste del PiS y la altísima participación parecen haber beneficiado a su partido, que hace bandera del liberalismo económico, un progresismo moderado y una política social menos proteccionista que la del PiS pero más respetuosa con los derechos civiles.