Los frentes que amenazan a Israel son parte de un mismo eje manejado por Irán

Los distintos enemigos de Israel que lo acosan o esperan poder hacerlo desde distintos puntos de sus fronteras, no actúan solos. O sea, por un lado, tienen sus agendas locales, en cierto modo independiente de otros escenarios regionales. Hizbala tiene sus intereses también en el plano interno libanés y por cierto Hamas y Jihad Islámico los suyos en Gaza. Pero detrás de todos ellos está la República Islámica de Irán. Con odio, ideología fundamentalista fanática y no menos importante , con dinero, apoyo logístico y armas, apuntando siempre en una dirección: contra Israel.

Es importante recordarlo también este viernes, al registrarse nuevamente un ataque con cohetes -cerca de 20- desde el sur del Líbano hacia territorio de Israel, que detonó las alarmas en varias localidades civiles y obligó a la población a resguardarse en los refugios. Hamas, desde Gaza, ya lo felicitó. El diablo los cría y ellos se juntan.

En todos los escenarios de inestabilidad regional, están los tentáculos de Irán.Y lo más claro y alevoso, es que ello es siempre, en forma absoluta, a expensas de la población local a la que el monstruo iraní no aporta nada más que peligro y tragedia. Trajo horror a Yemen, incentivó la guerra en Siria, interviene directamente en Irak, y ni que hablar de Líbano, donde su brazo local, Hizbala, es dueño y señor del país.Y ahora, con el nuevo Presidente Ebrahim Raisí conocido por sus crímenes como «el verdugo de Teherán», hasta el símbolo es más evidente que su antecesor Rouhani que sonreía mucho y así le resultaba a menudo más fácil embaucar a Occidente.

Mencionamos a la población local. Y este viernes, precisamente fueron civiles libaneses, miembros de la comunidad drusa, los que dejaron en claro el peligro cuando interceptaron la camioneta de Hizbala desde la que habían disparado hacia Israel. Los civiles rodearon la vehículo furiosos, sabiendo que esos disparos podían ponerlos a ellos en peligro, dado que Israel, lógicamente, respondería hacia las fuentes del fuego que le habían atacado poco antes.

Hizbala se vio en la obligación de publicar un comunicado aclarando que no había disparado desde una zona habitada sino desde campo abierto. Patético, inclusive si en este caso es cierto. Es un secreto conocido por todos, que en las aldeas chiitas del sur libanés, las casas particulares están repletas de cohetes y armas para ser usados contra Israel. El mundo debe saberlo antes de que Israel no tenga más remedio que destruirlos, sabiendo que la alternativa sería que esos cohetes impacten en territorio israelí.

Otro elemento que confirma que Hizbala hace lo que quiere en Líbano es que cuando el ejército libanés llegó al lugar, rodeó la camioneta interceptada por los drusos , protegiendo de hecho al terrorista que iba adentro. Luego se llevó el vehículo y publicó que «encontró cohetes prontos para ser disparados». Patético es decir poco.

Dijo que detuvo a 4 personas que estaban por disparar. Estimo que mientras escribo estas líneas, esos terroristas ya están libres nuevamente.

Luego, el ejército libanés dijo que desmanteló 11 cohetes prontos para ser lanzados hacia Israel.

El ejército libanés debería ser el protector de la soberanía libanesa, pero no lo es.

Y la confirmación de lo sucedido, llegó justamente de boca del Sheikh Muwafaq Tarif, el líder espiritual de la comunidad drusa de Israel, quien acusó directamente a Hizbala de intentar disparar hacia territorio israelí desde aldeas drusas en el sur libanés. Condenó el intento terminantemente. «Hizbala y otros elementos apoyados por Irán intentan involucrar a los miembros de la comunidad drusa en Líbano en un enfrentamiento con Israel. Pero la comunidad drusa se oponen a que sus aldeas sean convertidas en escenario de guerra».

Ese es el mensaje central. Hizbala es un peligro no sólo para Israel sino también para Líbano. En realidad ante todo para Líbano, al que tiene secuestrado para imponer la agenda iraní.

El mundo debe saberlo. Ahora. Ya. No cuando Israel no tenga más remedio que actuar.