Ni “sociedad civil” ni “democracia” en documento que teoriza modelo cubano
Sin mayores sorpresas, el Congreso del Partido comunista cubano ha evidenciado que el gobierno de Raúl Castro no tiene en su agenda promover cambios políticos.
Dos influyentes figuras públicas en la isla intentaron, sin éxito, incorporar términos en el documento que “conceptualiza el modelo económico y social” cubano, que lo acercarían a estándares internacionales, al menos, a nivel discursivo.
El asesor del gobernante cubano y exministro de Cultura, el escritor Abel Prieto, propuso en la sesión del sábado incluir el término “sociedad civil” en uno de los párrafos referidos “a los principios del socialismo que sustentan el modelo”, indicó el diario oficial Granma.
“Tenemos una forma extremadamente democrática en la que el gobierno tiene que exponer su gestión ante la sociedad civil. Lo hace el ministro de Cultura frente a la UNEAC [Unión de Escritores y Artistas de Cuba] y la Asociación Hermanos Saíz, el de Educación Superior frente a la FEU [Federación de Estudiantes Universitarios]. Es esa sociedad civil la que quiere desconocer Estados Unidos”, dijo Prieto.
Prieto encabezó una delegación de “organizaciones de masas” y otras asociaciones supervisadas por el Estado que se presentaron a un evento paralelo en la Cumbre de las Américas como representantes de la “verdadera sociedad civil cubana”. El grupo organizó varios actos de repudio a opositores y periodistas independientes cubanos que también asistieron al evento.
El ex ministro declaró al Nuevo Herald en esa ocasión que “Cuba no dialoga con títeres de los Estados Unidos”.
Algunos miembros de ese mismo grupo, estuvieron en el público que presenció el discurso del presidente Barack Obama en La Habana y se presentaron nuevamente como los representantes de la sociedad civil cubana cuando dieron declaraciones críticas del discurso a la prensa estatal.
El exministro insistió que en los debates con esas organizaciones se logran modificar políticas gubernamentales. “Es una organización de nuestro pueblo representando de forma no gubernamental, que no quiere decir no revolucionaria”, dijo.
Sin embargo, los esfuerzos de Prieto por acomodar el concepto de sociedad civil al sistema político cubano no fueron reconocidos. Según Granma, el fiscal general Darío Delgado “acotó que ese control de la sociedad está reflejado en el texto bajo el mismo epígrafe, por lo cual no procedió la adición”, reportó sucintamente el diario.
En otra comisión que analizaba el “Plan de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el 2030”, Rogelio Polanco—embajador de Cuba ante Venezuela y ex director del diario oficial de la Unión de Jóvenes Comunistas, Juventud Rebelde—sugirió sustituir la frase “efectiva y creciente participación de la sociedad en la toma de decisiones” por “defensa de nuestra democracia socialista” alegando que “cualquier intento de arrebatarnos el término democracia tenemos que rechazarlo”.
Pero Granma reportó las dudas de José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, quien pese a compartir “los conceptos de fondo defendidos por Polanco…llamó la atención sobre una corriente internacional que intenta ubicar el concepto de democracia junto a socialismo, pero asumiendo el modelo democrático liberal, fundamentalmente el de Washington”.
“Es una corriente vergonzante del socialismo”, comentó tras referirse al “ejercicio democrático que emprendió el Partido y la nación cubana con la creación del Poder Popular, el cual es único en el mundo”, señaló el diario.
La propuesta de Polanco, entonces, tampoco fructificó. El embajador, “tras escuchar las opiniones de otros delegados y compartir las ideas de fondo, decidió retirar su propuesta”, indicó el reporte.
Los intercambios revelan también la dinámica de poder dentro de la isla aunque no podría adivinarse de lo publicado en Granma, que solo identificó a los participantes en los debates ya sea como delegados o invitados. Prieto y Polanco provienen de la vida civil, pero Delgado fue Jefe de la Fiscalía Militar Principal antes de ocupar su actual cargo. Por su parte Balaguer, es considerado uno de los “históricos” y es el actual jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido.
EEUU de nuevo “el enemigo”
Los debates en el Congreso, ilustran, además, la reactivación de la retórica antiestadounidense que se había suavizado tras el anuncio del 17 de diciembre del 2014, pero que volvió a cobrar fuerza tras el discurso pronunciado por el presidente Obama en La Habana.
Durante la sesión de apertura el sábado, Castro había alertado sobre las intenciones de Estados Unidos de poner fin a la revolución a través de “nuevos métodos”. “Debemos estar alertas, hoy más que nunca”, dijo.
En un fragmento televisado de los debates, Abel González Santamaría, viceasesor de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional (de la que es asesor Alejandro Castro Espín) se refirió al discurso de Obama como “engatusador” y alertó sobre el financiamiento del gobierno estadounidense a programas para “promover la subversión”.
“¿De qué estamos hablando? Esto es un enfrentamiento público”, aseguró.
González Santamaría encabezó la delegación cubana que acudió a la primera reunión con representantes de los Departamento de Estado y de Justicia de EEUU sobre cooperación para el cumplimiento de la ley.
Granma decidió resaltar las declaraciones de González Santamaría y publicó una historia completa centrada en la necesidad de rescatar la “historia”. Se trata, sin decirlo abiertamente, de una respuesta a Obama, quien en su discurso llamó a dejar atrás el pasado de conflictos entre ambos países.
Curiosamente, el diario olvidó los cargos que ocupa González Santamaría y solo lo identificó como “delegado por Cienfuegos” y “autor de varios textos sobre los nexos entre Estados Unidos y América Latina y los procesos de integración regional”.
Nora Gámez Torres: @ngameztorres