Opositor cubano pide aprovechar la apertura de EEUU para lograr «resultados»
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José Daniel Ferrer pasó más de ocho años como preso político en Cuba, pero ahora ha podido salir por primera vez del país tras la reanudación de relaciones entre la isla y EEUU, un paso que, según dice en Washington, la oposición debe aprovechar para “obtener resultados” más allá de las críticas.
El disidente, quien formó parte del grupo fundado por el fallecido Oswaldo Payá, Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), dirige ahora la organización opositora más grande de la isla, la Unión Patriótica de Cuba, con más de 3,000 miembros.
Ferrer es también un firme defensor de que la nueva política del presidente, Barack Obama, con el régimen de La Habana debe suponer un avance hacia la libertad para el pueblo cubano.
“Es mínimo el número de activistas que se aferran a su postura de que este proceso es negativo (…). Pero con ellos seguimos argumentando, porque creemos que debe primar el entendimiento, que hay razones suficientes para entender que ese tema no nos puede dividir y debemos trabajar de la manera más unida posible”, declaró Ferrer a Efe en Washington, donde se encuentra de visita.
El líder opositor, encarcelado en 2003 como parte del conocido Grupo de los 75 y condenado a 25 años de prisión, fue liberado por mediación de la Iglesia Católica y el Gobierno español en 2010 a cambio de que abandonara la isla, algo a lo que se negó para continuar ejerciendo la oposición desde dentro del país caribeño.
“Las razones son muchas”, dice en defensa de la normalización de relaciones con Estados Unidos que algunos disidentes rechazan en La Habana.
“La primera y más fuerte de todas, es que más del 90% de la población nos consta está a favor de ese proceso, la segunda es que la inmensa mayoría del mundo libre (…) es favorable a ese tipo de proceso. Se ha demostrado que el diálogo es mucho mejor que la confrontación”, subraya.
Ferrer insta así a sus colegas disidentes a “escuchar al pueblo cubano” y a llegar a “un consenso” que actúe según los intereses y deseos de esa población a la que defienden.
Preguntado por la aseveración de quienes se oponen a este nuevo capítulo de la relación bilateral entre EEUU y Cuba, que aseguran que el acercamiento supondrá un soplo de aire fresco para el régimen de los hermanos Castro, Ferrer insiste en que depende de los activistas que la sociedad cubana pueda salir beneficiada de la nueva situación.
“En la medida que están pensando en eso, si se concentrasen en ver cómo nos apoyan más a nosotros, entonces sí, el régimen obtendría sus beneficios, pero el pueblo cubano terminaría obteniendo mayores beneficios aún. En todo movimiento, en toda empresa humana, hay factores a favor y factores en contra”, asegura.
“Concentremos nuestras energías en que quien saque la mejor parte sea el pueblo y los demócratas cubanos, y entonces veremos mejores resultados. Si nos concentramos en criticar lo que ya es un hecho, entonces el régimen va a sacar la mejor parte y sólo nos vamos a quedar con el discurso molesto e incómodo, con la denuncia constante, pero no vamos a obtener resultados”, insiste.
Ferrer formó parte del grupo de disidentes que se reunió con Obama en su histórica visita a Cuba en marzo pasado, un encuentro que consideró “muy positivo” y en el que comprobó que el mandatario estadounidense no estaba dando un discurso “preparado por un asesor”, si no que estaba bien informado de la situación en el país.
El opositor asegura que el permiso que le ha dado el Gobierno cubano para poder hacer la gira que ahora le ha traído a Estados Unidos y más tarde le llevará a varias ciudades europeas, entre ellas Ginebra y Madrid, es fruto de una de las peticiones negociadas por el Gobierno de Obama con el régimen castrista.
Sin embargo, Ferrer considera que el aspecto más importante de este viaje es la posibilidad de poder mostrar al cubano de a pie “la diferencia entre vivir en democracia y vivir en dictadura”.
“No hemos sido lo suficientemente hábiles mostrando eso”, asume.
Además, el líder opositor le lleva un claro mensaje a los gobiernos europeos, a quienes está “muy agradecido” y reconoce como “amigos”, pero son “amigos muy tímidos”.
“Cuando hay un proceso de negociación (con un régimen como el cubano), hay que ceder en ciertos puntos, pero creemos que a veces ceden demasiado y exigen muy poco”, consideró respecto a las relaciones que la Unión Europea (UE) mantiene con La Habana.
Por eso, y pese a las dificultades, José Daniel Ferrer instará en Europa a mirar hacia la posición estadounidense, un camino que, a su juicio, supondrá la “democratización” inevitable de la isla.