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Patricio Navia: El poder de veto del PC en el gobierno de Boric

Cuando los chilenos eligieron a Boric para que llegara a la presidencia, tal vez sin saberlo también votaron para que el PC llegara al poder.

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FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

 

Aunque el entonces diputado Gabriel Boric derrotó al candidato del Partido Comunista (PC), Daniel Jadue, en las primarias presidenciales del 18 de julio y se convirtió en el nominado de Apruebo Dignidad (PC y Frente Amplio), el PC sigue siendo el partido más importante de la coalición y, en la práctica, tiene poder de veto sobre los anuncios del gobierno y del propio Presidente.

El Presidente Boric es el primer mandatario en el Chile post 90 que milita en un partido que es socio minoritario del oficialismo. Su partido, Convergencia Social (CS), tiene solo 9 de los 37 escaños que controla su coalición -tres menos que el PC y solo uno más que Revolución Democrática (RD)-. De los 5 curules que tiene su coalición en el Senado, ninguno es de CS. La gran mayoría de los chilenos ni siquiera sabe que existe un partido que se llama CS. Cuando se les pregunta, la gente en general asocia a Boric con el Frente Amplio más que con un partido específico de esa coalición.

La coalición de gobierno está compuesta de tres sectores distintos: el Frente Amplio, el PC y los partidos de izquierda de la vieja Concertación —el PPD, PS, y PRSD. Pero de esas tres almas, la que habla más fuerte y tiene mayor capacidad de influir es la del PC. Aunque el PC no logró ocupar los cargos más importantes del gabinete —Interior y Hacienda—, el partido más antiguo de la coalición logró posicionar en el equipo político a Camila Vallejo. Si bien la exdiputada comunista solo logró entrar al Ministerio Secretaría General de Gobierno, ha sido la única persona en el equipo político que ha logrado ganar poder en los 5 meses que va de gobierno. Mientras la ministra de Interior Izkia Siches ha tropezado una y otra vez y el Ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, ha fallado en su intento de ser un eficiente articulador de las relaciones con el poder legislativo, Vallejo ha demostrado una admirable disciplina y una enorme capacidad para evitar los errores no forzados. Con una sagacidad política poco común en su generación, Vallejo no habla de más y es capaz de mantenerse disciplinadamente en el mensaje que el gobierno quiere dar.

Incluso ministros con más experiencia política, como el propio Mario Marcel en Hacienda, han tropezado. Vallejo, en cambio, sigue ilesa pese a estar en la parte más peligrosa de la trinchera del gobierno, la vocería. En cualquier gobierno, los errores los termina pagando la persona que ejerce la vocería. Pero Vallejo ha sabido convertir los errores de otros —como Siches y Jackson— en oportunidad para mostrar su propia habilidad y capacidad de sortear obstáculos y salir airosa.

A nivel del gobierno en general, lo que ha hecho Vallejo lo ha replicado el PC. Mientras los otros partidos de la coalición muestran sus divisiones e incapacidad para hablar con una sola voz, el PC —salvo la verborrea excesiva del alcalde Daniel Jadue— ha sabido mostrar disciplina en su mensaje de mantener un pie en el gobierno y otro en la calle. Incluso en la polémica que se acaba de producir después de que el presidente del PC, el ex diputado Guillermo Tellier, dijera que “Yo no sé qué le podríamos mejorar a la nueva Constitución”, el PC sigue hablando con una sola voz. Vallejo se apuró en aclarar que ella es vocera del gobierno y no del PC.

Por cierto, la frase de Tellier deja en claro que el PC tiene la fuerza para contradecir públicamente a Boric sin siquiera recibir un tirón de orejas por parte del Presidente. Mientras Boric y sus aliados cercanos hacen gestos evidentes —incluso exagerados— para mostrar su voluntad de alcanzar acuerdos que permitan reformar la constitución, el PC deja en claro que ellos no están en esa parada. La quitada de piso evidente que hizo el partido, a través de su presidente, a Boric demuestra quién lleva la batuta en el gobierno.

Es verdad que Boric es celebrado en sus visitas al extranjero y, aunque su aprobación ha venido a la baja, es el rostro que más convoca en la coalición Apruebo Dignidad. Pero no hay que engañarse. Si Boric optó por entregar el control de la política económica al militante del Partido Socialista Mario Marcel, en lo que se refiere a la agenda política, Boric parece haber perdido el control a manos del PC. Mientras Tellier fija los lineamientos de lo que su partido está dispuesto a ceder en materia de reforma al nuevo texto constitucional, la vocera de Boric, comunista antes que frenteamplista, muestra que el PC es el partido más confiable de Apruebo Dignidad y el que mejor puede dotar de cuadros profesionales a un gobierno que tiene demasiada gente que habla más rápido de lo que piensa y muchas veces parece no pensar demasiado antes de hablar.

Por eso, a cinco meses de iniciado el gobierno, parece evidente que, cuando en la segunda vuelta de diciembre de 2021, los chilenos eligieron a Boric para que llegara a la presidencia, tal vez sin saberlo, una amplia mayoría del electorado también votó para que el PC llegara al poder político en Chile.

 

*Patricio Navia es sociólogo, analista político y profesor de la UDP.

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