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Periscopio La Habana – Ignominia, Oprobio y Despotismo: legado del régimen comunista para el pueblo cubano

 

Imposible no reaccionar al observar el empeño estéril del régimen comunista imperante en Cuba en su permanente intento de acallar la voz de su pueblo, sin importar los recursos de los cuales se valen para ejercer su poder, ocultar su miedo o impedir que el mundo sepa que su mal llamado proceso revolucionario socialista se convirtió en un “Estado fallido”.

En respuesta a las crecientes manifestaciones populares en diferentes ciudades de Cuba, originadas por el agotamiento crónico y la falta de libertades soportadas por más de seis décadas, vemos el acostumbrado uso indiscriminado de la fuerza genocida por parte de las huestes represivas del régimen. Con este incremento de la represión tratan de mantener la correlación de fuerzas a su favor, aspecto que visiblemente se les está saliendo de control, empeorado aún más cuando las violaciones a los Derechos Humanos trascienden a grupos de opositores políticos a los cuales mantienen amordazados en sus “mazmorras” o empujados al destierro para alcanzar a “mujeres, ancianos y niños” que solo claman por “libertad”.

Pero el propósito del presente artículo va más allá de una simple reacción e indignación a lo que está ocurriendo en Cuba, va más allá del constante ultraje de un pueblo indefenso y en especial contra ese grupo social antes mencionado. Al parecer “esos cubanos” no califican para que las organizaciones internacionales y sus líderes señalen inquisitivamente a la Junta Militar Comunista como responsable de sus actos; haciendo gala de su hipócrita actitud como defensores de la “corbata”… upss, perdón quise decir: de la “democracia”, de los derechos humanos, de la niñez y de la mujer, esos que hoy evaden abordar el tema desde sus respectivas tribunas, incluyendo algunos púlpitos, por alguna siniestra razón.

La necesidad de dejar plasmada mi opinión y reflexionar sobre lo expresado en los párrafos anteriores se origina en las imágenes captadas en un video casual por un cubano de lenguaje coloquial refiriéndose a ese despreciable grupo social denominado “chivatos”. Especie creada y manipulada por el régimen para contrarrestar las justas demandas de un pueblo, grupúsculos de “adoctrinados” complacientes del sistema comunista, “personas desechables” que les castraron su dignidad y que sirven de altavoces de la fallida táctica de “hacer un trabajo político ideológico” con el pueblo como si eso fuera la solución.

Acá les dejo el link del mencionado video:

  https://www.youtube.com/shorts/IcJfxU6iSWQ 

 

Centraré mi atención, luego de ver las referidas imágenes, en los siguientes aspectos:

  • Primero la tramoya montada para representar un bochornoso monólogo que evidencia, sin duda alguna, la carencia de convocatoria que tiene el régimen y depender de estas marionetas para su “guiñol político”. La ausencia de “espontaneidad” de dichas manifestaciones debe ser una preocupación constante para el aparato ideológico de la Junta Militar Comunista que ya no logra convencer a nadie para que participe por iniciativa propia, principio básico que ellos mismos se ocuparon de extirpar desde enero de 1959.
  • El segundo aspecto a destacar es la costosa logística empleada por el régimen para lograr, con evidente “forzado” espíritu revolucionario, que sus “chivatos” puedan llegar y retirarse cómodamente en ómnibus de turismo climatizados, ¿será que los “chivatos” tienen un status especial en Cuba?, no lo creo. Para los comunistas son más importantes que el resto del pueblo, al que tienen que reprimir. Alguien debería informarles que el peso de la justicia no solo alcanzará a los genocidas de la Junta Militar Comunista, también a todos aquellos, estén donde estén, que prefirieron ser cómplices de tanta calamidad para su pueblo. Es más digno participar en un “cacerolazo” que aplaudir a los verdugos “verde oliva”.
  • Tercero y no menos importante es la desfachatez del régimen comunista, que después de tanto cacareo monotemático contra el llamado “bloqueo” (sin explicar su génesis) como único responsable de su fracaso socio económico y convertir una nación en un “Estado fallido”, se arroga el derecho de hacer uso del transporte de lujo importado para el sector turístico estatal con fines políticos. Esto refleja el desprecio que sienten por su propio pueblo, sin ambulancias, sin transporte público, sin combustibles, e infinitas carencias que justamente les reclama el pueblo y al cual le responden con acciones represivas y violaciones a sus derechos ciudadanos.

 

Al final debemos estar conscientes, y es mi sentir, que las posibilidades de establecer un “diálogo” con la actual Junta Militar que permita una salida “humanista” al conflicto cubano están cada día más lejos. La acumulación de precariedades sociales y económicas de la gran mayoría de la población cubana, sumada la creciente represión del régimen como respuesta a su falta de capacidad y voluntad de solucionar los problemas que han creado; la indolente casta gobernante y sus familiares que muestran sin pudor sus privilegios, el terrible miedo que les causa tener que rendirle cuenta a su pueblo y al mundo, las inservibles medidas tomadas por la urgencia de salvaguardar su estilo de vida “a lo capitalista”, y un Partido Comunista como rector constitucional de la nación, entre muchas otras, imposibilitan que se pueda pensar en una salida cívica.

Es impostergable la unidad para alcanzar la independencia del yugo tiránico de la Junta Militar Comunista, la verdad contada por ese pueblo cubano de lo acontecido desde enero de 1959 será la evidencia irrebatible para llevar a la justicia a quienes hayan sido partícipes del genocidio y para llamar a todos los que deseen trabajar por una Cuba Libre y próspera a lograr una concertación nacional que diseñe un conjunto de medidas transitorias para organizar y reconstruir la nación cubana, donde todos aporten, sin distinción alguna, siendo dueños de nuestro destino, responsabilizándonos con nuestros triunfos y fracasos de forma democrática, con un sistema que permita el libre emprendimiento y vele por aquellos que así lo requieran, como las “mujeres, ancianos y niños” que hoy claman libertad.

Sería negar mi naturaleza cívica si no les compartiera, a modo de conclusión, las dos últimas estrofas de nuestro Himno Nacional de las cuatro que fueron excluidas en 1902 por no ser bien visto que en la letra del himno de una nación se irrespetara a otra.

 

Contemplad nuestras huestes triunfantes
contempladlos a ellos caídos,
por cobardes huyeron vencidos:
por valientes, sabemos triunfar!

¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido.
¡Del clarín escuchad el sonido,
¡¡a las armas!!, valientes, corred!

 

 

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