Ramón Peña / En pocas palabras: Colaboracionismo
La resistencia frente a regímenes totalitarios siempre ha encontrado serias fisuras en las conductas individuales o de facciones que, por acción u omisión, se prestan a colaborar con el opresor. Nos viene a la memoria un film que se estrenó en París en 1971, titulado Le Chagrin et la Pitié (La tristeza y la piedad), y que causó un sismo emocional en los franceses.
El francés de la calle pensaba que, salvo el Mariscal Pétain y sus huestes, rendidos vergonzosamente ante Adolfo Hitler, que cohonestaron la ocupación nazi estableciendo el régimen de Vichy en el sur del territorio, la Francia heroica, unánime, había resistido con arrojo, como un solo hombre, ante los invasores.
Aquel largo documental de Marcel Ophūls presentó evidencias que cuestionaban seriamente esa imagen guardada con orgullo, al mostrar testimonios con actores y situaciones reales, de ciudadanos de todos los oficios y organizaciones que se prestaron a colaborar con el invasor nazi.
Tantos episodios de apaciguamiento y colaboración apesadumbraron especialmente a los más jóvenes que no vivieron aquella historia. Jacques Duclos, quien fuese jefe del movimiento de resistencia armada contra los nazis, comentó: “Sin los colaboradores, los alemanes no habrían podido hacer la mitad del mal que han hecho a Francia”.
También en nuestro continente abundan los ejemplos de colaboracionismo. en los que, abierta o solapadamente, por conveniencia política, a cambio de favores, privilegios económicos, “enchufes”, como decimos hoy, o hasta por cobardía, se cohabita con regímenes totalitarios e ilegales. Cabe advertir que hay también decisiones del ciudadano común en las que, aun sin ánimo de colaboracionismo, se puede terminar siendo tonto útil a los propósitos del opresor. Un asunto que atañe a cada quien, a su conciencia y entendimiento…
Lo vergonzoso del vivir y destino de los colaboracionistas que sirven a los opresores, es que además de erosionar los movimientos de oposición o resistencia, siempre serán subestimados o despreciados por el propio régimen que los coopta…