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Reacciones: El recién nombrado arzobispo de La Habana es un ‘misionero apegado al pueblo’

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Monseñor Juan García Rodríguez

Monseñor José Félix Pérez, secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos:

Hemos recibido esta noticia con profunda alegría porque el nombramiento de monseñor Juan García resulta ser muy inspirador para la vida de la Iglesia aquí en la Arquidiócesis de La Habana.

Es un hombre muy entregado, muy sencillo en sus formas, un gran misionero.

Este es un nombramiento inspirado por el Espíritu Santo. Va a ser un pontificado muy beneficioso para la Arquidiócesis de La Habana y dará, sin duda alguna, continuidad a todo lo bueno que el cardenal Jaime Ortega ha ido realizando durante su ministerio episcopal.

Pienso que la relación entre Juan García y el Estado será positiva. Los cambios positivos que ha registrado la relación han dependido también de circunstancias que van más allá de la misma vida de la Iglesia. Es decir, hay unas circunstancias políticas que favorecieron el que la Iglesia pudiera tener mejores espacios para cumplir su misión.

Esos espacios todavía no son suficientes y esperamos que el ministerio episcopal de monseñor Juan García transite en ese mismo camino y logremos todavía todo aquello que nos falta para poder tener una acción evangelizadora más acorde con las circunstancias de libertad religiosa, acceso a los medios de comunicación, presencia en la educación, etc.

Padre José Conrado:

Será un cambio que se hará sentir positivamente, porque Juan García es un hombre dinámico, un hombre muy cercano a la gente, al pueblo. Es un hombre de Dios, de mucha oración.

Pienso que es un obispo misionero, que va a potenciar mucho el llevar el Evangelio hasta el último rincón

Es además un hombre que lleva el sello de las personas que han entregado su vida a Dios, es humilde, muy sencillo y muy cercano a la lucha de la gente y a sus dolores.

Pienso que es un regalo de Dios para la iglesia de La Habana después del largo ministerio allí del cardenal Jaime Ortega. Juan va a continuar todo lo bueno que ha hecho Jaime y va a profundizar con ese espíritu misionero que lo caracteriza.

Jaime creo que ha querido hacer lo mejor, creo que su labor ha sido importante desde el punto de vista de mejorar las relaciones con en Estado. Ha sido un hombre que ha atravesado momentos difíciles a lo largo de estos años, de muchas dificultades, las que sabemos que existen en nuestro país, y pienso que realmente puede, terminada la obra y el tiempo que Dios le dio para pastorear al pueblo en la Arquidiócesis de La Habana, descansar de su mucho trabajo.

Su labor al frente de la Iglesia cubana fue importante. Pienso que de manera especial se le va a recordar por todo el trabajo para la toma conciencia de lo que es la misión de la Iglesia en Cuba y para inaugurar un nuevo camino de la Iglesia en medio del pueblo y al servicio del pueblo.

Jaime ha sido un hombre de iniciativa. Su influencia ha sido grande en la Conferencia Episcopal, pero creo que con el nombramiento de monseñor Juan García la iglesia de La Habana va a tener una nueva línea, un nuevo enfoque, una presencia pastoral muy abierta a lo que es la realidad del pueblo cubano y su sufrimiento.

Confío en que Juan, como lo fue en Camagüey, también será un gran pastor para la iglesia de La Habana.

El problema no es que tras el cambio continúe la relación entre la Iglesia y el Estado, sino que realmente se perciba en lo que es la vida cotidiana de la Iglesia, la vida de los cristianos.

Juan es un hombre muy concreto, un hombre de acción y que está muy con los pies en la tierra. Creo que veremos nuevas profundizaciones en la línea de los hechos (…) no tanto de palabra como que realmente haya mayores espacios para la predicación del Evangelio, la vivencia misma de la fe y la vivencia de la caridad cristiana en el servicio al pueblo.

Dagoberto Valdés, director del Centro de Estudios y la revista ‘Convivencia’:

El nombramiento cierra una época larga, de más de 30 años en la Iglesia Católica en Cuba con el ministerio del arzobispo Jaime Ortega, y abre, en mi opinión, una nueva época, con un nuevo estilo.

Monseñor Juan García es un obispo sobre todo pastoral, entregado totalmente al cuidado de su iglesia (…) Es un pastor de ir por los campos, de atender las comunidades más pequeñas, de estar muy al tanto del cuidado de sus sacerdotes y religiosos y de un movimiento también muy fuerte del diaconado permanente.

También es un hombre discreto, sencillo, muy pegado a su pueblo y esto hace el perfil de aquel pastor del que habló el papa Francisco, todos sus nombramientos han ido más o menos en ese perfil.

Espero una nueva época muy, muy pastoral para la iglesia de La Habana. Jaime Ortega ejerció su ministerio de acuerdo con su perfil personal. Hizo un esfuerzo por dialogar con el Gobierno cubano, por tratar de que vinieran tres papas para que confirmaran y fortalecieran a la Iglesia.

Creo que habrá que esperar algunos años para hablar de lo que ha sido su legado. Siempre para hacer un juicio hay que esperar. También creo que era hora ya, por su edad y por cuidar su salud, de que le llegara el retiro, que se ha pospuesto por casi cinco años evidentemente para poder terminar la misión que él mismo eligió.

Estoy seguro de que durante el período de Juan García la Iglesia continuará avanzando en su relación con el Gobierno. La Iglesia es una institución milenaria que jamás echa atrás algo bueno que pudo haber hecho.

Lo que yo creo es que, además de eso, la iglesia de La Habana logrará un clima familiar, de confianza, de mucha atención a las pequeñas comunidades y las comunidades del campo, y eso es otra forma de mejorar también la Iglesia, que necesita fortalecerse por dentro y no solo en su relación con el Estado.

Eduardo Cardet, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación:

Es importante que personas con ideas distintas, frescas, con otra mentalidad ocupen posiciones importantes, y más después de todos estos años en los que la Iglesia Católica ha estado en una especie de parálisis en el sentido de la defensa del pueblo y, tristemente, algunas autoridades eclesiásticas han estado demasiado cercanas al régimen.

No digo con esto la Iglesia, me refiero a personalidades específicas que a veces se imponen, lo cual es lamentable porque tienen un peso muy grande. La Iglesia, en definitiva, sí siempre ha estado al lado del pueblo de Cuba.

Esperemos que este nombramiento traiga como consecuencia cambio, renovación (…) buena voluntad, buenas intenciones para salir de este período de inmovilismo, de pérdida y de retraso en la construcción de una nueva sociedad, que es lo que todos estamos persiguiendo.

Pedro Camacho, miembro del Partido Demócrata Cristiano de Cuba:

Es la persona indicada por su perfil de pastoral popular. Siempre se ha desarrollado en esa actividad pastoral cercana a los más pobres, desde antes de ser nombrado obispo auxiliar.

Tiene un lenguaje en sintonía con la gente más sencilla. Ha estado cerca de los más necesitados ejerciendo la caridad. Quienes lo conocemos siempre hemos creído que es la persona indicada para este momento pastoral de la Iglesia Cubana. Él habla desde la experiencia del pobre, es un pastor con olor a oveja, como quiere el papa Francisco.

Arzobispado de La Habana:

Los obispos auxiliares, vicarios episcopales, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y fieles laicos de la Arquidiócesis de La Habana nos congratulamos por el nombramiento (…) y, junto a nuestros sentimientos de acción de gracias a Dios y gratitud al santo padre Francisco por este nombramiento, elevamos nuestras oraciones al Señor para que continúe derramando sobre monseñor Juan García, nuestro nuevo pastor, los dones del Espíritu, que le ayuden a cumplir esta nueva misión.

Testigos de la invaluable labor pastoral que el cardenal Jaime Ortega Alamino (…) expresamos nuestra gratitud al sr. cardenal por su docilidad a la acción del Espíritu Santo en el pastoreo de la grey a él confiada.

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