Roberto Casanova: No está sucediendo lo de siempre
Permítanme recomendar, en esta hora crítica, que mantengamos la perspectiva y la esperanza.
Hoy demostramos que el fenómeno histórico que llamamos revolución chavista terminó. La inmensa mayoría de los venezolanos ratificó que desea cambio. La oposición – la que pudo votar – duplicó en votos, al menos, a lo que va quedando del chavismo.
El régimen no quiere reconocer su enorme derrota y está realizando un fraude monumental. ¿Podíamos realmente esperar algo distinto de una dictadura? Pero con las actas en nuestras manos demostraremos a todos – a civiles y a militares, a venezolanos y a extranjeros – esa sucia y desesperada jugada.
Logrado el voto masivo, ahora entramos en otra difícil etapa. Al respecto es clave recordar que el compromiso de MCM ha sido siempre llegar hasta el final. El final significa la derrota definitiva de la dictadura, algo que no ocurrirá de manera ordenada y previsible. Así nunca terminan las dictaduras. Negociaciones, enfrentamientos, deserciones, en mezcla confusa, están ocurriendo y ocurrirán durante los próximos días y semanas. Por otra parte, la protesta social será indetenible y necesaria. También deberá ser creativa y pacífica, descentralizada y organizada.
Buenos líderes requieren buenos seguidores. A nosotros, como seguidores, nos corresponde asumir que no tenemos toda la perspectiva estratégica y táctica, ni el acceso a las conversaciones y a información clave. Lo que si tenemos son buenas razones para confiar en el actual liderazgo, en particular en MCM. Se ha conducido con inteligencia y creatividad. Ha sabido responder a cada circunstancia. Varios hechos, sorprendentes para la mayoría, lo demuestran.
¿Quién podía saber que EG, alguien públicamente desconocido, sería nuestro candidato? ¿Que MCM le endosaría practicamente toda su popularidad? ¿Que Rosales renunciaría a su candidatura? ¿Que MCM ganaría las primarias con más del 90 por ciento de los votos? ¿Que lograríamos realizar exitosamente unas primaria autogestionada?…
Los «comanditos» han funcionado y la mayoría de las actas estarán en nuestro poder. Mucha gente está organizada para ejecutar las acciones democráticas que el liderazgo indique.
No es fácil manejar la incertidumbre. Pero nos tocará vivir otra vez días confusos. En medio de la comprensible frustración podemos estar seguros de que estamos hoy en mejores condiciones que nunca y que un nuevo período dictatorial de Maduro es simplemente insostenible. No está sucediendo «lo de siempre».
El pesimismo es como un virus psíquico. Evitemos ser contagiados y contagiar a otros. Tenemos que mantenernos serenos y centrados. En un futuro cercano veremos con claridad que estamos viviendo tiempos gloriosos. Que estamos siendo parte de una gesta heroica por nuestra libertad y por la democracia. Y nos sentiremos orgullosos de lo logrado y dispuestos a asumir la difícil, pero maravillosa tarea de reconstruirnos como sociedad.
Roberto Casanova (Caracas, 1962) es economista de la Universidad Central de Venezuela. Con estudios de maestría en Historia de las Américas en la Universidad Católica Andrés Bello. Ha sido profesor invitado en varias universidades venezolanas. Ha publicado también Bifurcación: entre una visión neocomunista y una visión creadora (2011). Coordina un diplomado sobre economía social de mercado, auspiciado por la Fundación Konrad Adenauer.