Sheinbaum dijo que no será autoritaria
Cuando Claudia Sheinbaum se reunió con banqueros recibió aplausos al mencionar que no será una gobernante autoritaria. El elefante en la sala se hizo presente. El riesgo y los temores están ahí.
La doctora Claudia sabe perfectamente cuáles son las consecuencias de las reformas al Poder Judicial y a la Guardia Nacional impulsadas por AMLO.
Por su parte, los grandes empresarios observan que los contrapesos se quiebran. No dicen mucho, pero lo ven. Conocen los efectos de la acumulación de facultades en una sola persona o grupo. Reconocen el impacto de un mandatario que tiene en la bolsa a legisladores y ahora —de aprobarse sin modificaciones la propuesta de Andrés Manuel— a jueces.
Comentan poco. Se exponen menos.
Lo que antes parecía escandaloso hoy está normalizado.
Cuando ciudadanos y políticos (varios del actual Movimiento de Regeneración Nacional) criticaban a diputados por aplaudirle a Enrique Peña Nieto, ahora ven con total desparpajo que el titular del Ejecutivo convoque a “sus congresistas” previo a la discusión de reformas. Defenderlo, alabarlo y vitorearlo desde la Cámara ya es “normal”.
Antes, cuando Miguel Ángel Granados Chapa mencionaba al “PRI-gobierno”, se reconocían los peligros de no distinguir entre uno y otro. Se prendían las alertas cuando el líder se asumía de unos cuantos y no de toda una nación, y cuando se vulneraba la independencia de legisladores al convertirse en correa de transmisión de los anhelos presidenciales.
De confirmarse la mayoría calificada, Morena-gobierno hará lo que quiera con la Constitución. Quitará lo que le estorba. Pondrá en ella lo que desee. Los únicos contrapesos estarán dentro de la propia 4T.
¿Quiénes se impondrán?
En mes y medio llegaremos a septiembre. El momento donde López Obrador cumplirá sueños, sellándolos en la Carta Magna.
Mientras eso ocurre, los hombres de negocio presentes en aquella reunión de banqueros aplaudieron. Es lo que les quedó. Agradecer las palabras de Sheinbaum y cruzar los dedos para que se vuelvan realidad.
Aquí entre nos:
López Obrador no fue generoso con Sheinbaum. Ella pudo haber presentado una iniciativa que realmente transformara el sistema de justicia. Ya tendrá tiempo para hacerlo, si así lo decide. Pero, por lo pronto, él no fue generoso.
Elisa Alanís es una reconocida periodista y conductora de MILENIO Televisión.
