Yoani Sánchez: La Seguridad del Estado cree que con burdos traspiés se amordaza a la prensa
Los «inquietos muchachos» de la policía política cubana ya no saben qué inventar para boicotear nuestro trabajo periodístico. Hoy se les ocurrió (lo han hecho también con anterioridad) difundir el número de teléfono móvil de mi esposo y de esta servidora en varios sitios de clasificados digitales junto a un falso anuncio de venta de dólares, euros y otras divisas.
El teléfono no para desde entonces y cada llamada que entra, claro está, me corta la conexión a internet e interrumpe mi labor editorial, incluso las entrevistas y testimonios que estoy recopilando para mi serie #MadresDel11J quedan colgadas con los desesperados timbrazos de quienes buscan cualquier centavo de moneda extranjera para poder escapar de esta #IslaEnFuga.
Esto es casi «un juego de niños» en comparación con lo que hemos tenido que vivir en casi dos décadas de trabajo informativo
Si los agentes de la Seguridad del Estado creen que con esos burdos traspiés se amordaza a la prensa… no saben nada. Esto es casi «un juego de niños» en comparación con lo que hemos tenido que vivir en casi dos décadas de trabajo informativo. Lo lamento, eso sí, por todos aquellos que marcan los ocho dígitos de mi móvil con la esperanza de hacerse con esos billetes que sirven para comprar en las tristemente célebres tiendas en MLC (moneda libremente convertible) o para pagarse un boleto a cualquier punto de la geografía mundial.
Lo siento mucho por ellos, pero no. Este teléfono no es de una caja de cambio informal sino de una Redacción periodística. Aquí no se trabaja con efectivo sino con historias, noticias y dramas cotidianos. Aquí el valor no está reducido a un trozo de papel sino a la capacidad que tengamos como equipo de contar la Cuba profunda.