Alemania expresa su alarma por el alcance de la crisis polaco-bielorrusa

Un día más, miles de personas acampan en Bielorrusia junto a la frontera con Polonia. Han quedado atrapadas en tierra de nadie ante la imposibilidad de cruzar las alambradas que están vigiladas por militares y policías polacos. Las imágenes son esclarecedoras. Vemos a efectivos bielorrusos -no queda claro que sean militares- impidiendo regresar a los migrantes que habían empujado previamente hacia Polonia. En esta escena los vemos guiando a otro grupo a la carrera a través de la frontera, supuestamente en busca de un lugar sin vigilancia. Bielorrusia, por su parte, denuncia que el Ejército polaco ha causado heridas -en algún caso graves- a los acampados. Heridas compatibles, todo hay que decirlo, con el violento asalto que perpetraron, incluso con árboles.

En la zona se oyen disparos al aire y la tensión sigue siendo máxima. La gente tiene hambre, los niños piden ayuda… Rusia y Bielorrusia sacan a sus ministros de Exteriores juntos y critican que la Unión Europea no quiera negociar la crisis migratoria. Pero para Bruselas esto no es una crisis migratoria. Es un chantaje y un ataque. Y anuncia nuevas sanciones a Bielorrusia para la semana que viene. Al mismo tiempo que se plantea crear una lista negra con las aerolíneas que fletaron los vuelos.