Democracia y PolíticaEleccionesEncuestasPolítica

Análisis de primeras encuestas: Segunda ronda electoral en Costa Rica

En el análisis de las encuestas realizadas por OPol Consultores en las elecciones del 4 de febrero hice referencia a que dada la incertidumbre existente por la cantidad de indecisos y personas que no votan, había que esperar en qué momento “saltaba la liebre” y así fue. Era evidente que Carlos Alvarado crecía, mientras que Desanti y Juan Diego Castro, uno crecía de forma decreciente y el otro decrecía. El trabajo de OPol Consultores permitía tales proyecciones. Hoy, con solo dos candidatos, tal situación es más difícil que se presente, dado que la diferencia entre ambos candidatos es muy estable. En la primera la diferencia era de 14.6 puntos porcentuales (PP.), esta semana fue de 12.2 PP. En promedio la diferencia en las cuatro encuestas es de 13.4 PP.

Tal parece que la situación está decidida, ya que tales encuestas demuestran que si quitamos a los indecisos y a quienes se abstienen de votar, esa es la diferencia neta entre estos dos candidatos. Lo que se denomina la intención de voto. Sin embargo queda una población electoral, de la cual dependen los candidatos en este momento y son aquellos que aún no se han decidido, pero que están dispuestos a votar, y de quienes afirman que no votarán por ninguno de los dos candidatos.

La oportunidad que tiene Carlos Alvarado de superar a su rival, radica fundamentalmente en convencer a indecisos y provocar a “abstemios” para que voten por él, solo que en estas cuatro semanas le queda menos “mercado”. Al principio eran  34.9%, hoy quedan 29.2% (indecisos + abstemios), de los cuales menos de la mitad son indecisos. Casi un millón de personas están en tal situación, y casi 500.000 de ellos son indecisos.

En el gráfico siguiente se presentan las cifras de las cuatro encuestas y los datos para los votos de Fabricio Alvarado, Carlos Alvarado, indecisos y No voto. La diferencia en promedio ha sido de 8.7 PP, y es ahí donde se deben valorar diferentes escenarios.  Carlos Alvarado tendría que ganar los indecisos aproximadamente en una relación 80-20, para alcanzar a Fabricio Alvarado, misión difícil dado que los movimientos que ha tenido este sector no han sido muy positivos para el candidato, también dicha cifra puede reducirse si toma votos de quienes manifiestan que no votarán.  Los datos disponibles permiten realizar diferentes escenarios. 

Las herramientas disponibles para que Carlos Alvarado marque la diferencia, están en los debates, sin embargo la negativa de su opositor a participar en ellos, se convierte en un factor en su contra. Los asesores de Fabricio conocen sus deficiencias y han optado por exponerlo al mínimo, no podrá negarse a participar en los debates de los grandes medios, pero si dejará plantados a medios académicos como son las universidades y el propio Estado de la Nación.  ¿Saltará la liebre en esta ocasión?  Parece difícil, pero nunca se sabe, en el momento de la verdad muchas cosas se pueden esperar. La balanza puede inclinarse sorpresivamente.

Fernando Zúñiga Umaña – Consultor de OPol Consultores

Botón volver arriba