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La campaña de Trump beneficia a Jeb Bush

JB

Jeb Bush rodeado de niños durante un acto de campaña en Lancaster, New Hampshire, el 23 de julio. | Charles Krupa – AP

Jeb Bush ha recaudado más de $100 millones para su campaña presidencial, pero la reciente arma más fuerte para el 2016 no le ha costado un centavo: Donald Trump.

Durante semanas, el tempestuoso multimillonario ha hecho casi imposible que cualquier otro candidato republicano se note o emerja como una alternativa viable al ex gobernador de la Florida.

Incluso mientras Bush y sus aliados critican públicamente la retórica inflamatoria de “El Donald”, muchos de ellos están tranquilamente emocionados por lo útil que ha sido Trump, aunque no intencionalmente.

“A fin de cuentas, será a favor de Jeb el haber tenido a un loco sinvergüenza delante de él en las primeras encuestas, porque esto lo hace parecer mucho más sano”, dijo J.M. “Mac” Stepanovich, un cabildero en Tallahassee y ex estratega político de Bush. “Y para los republicanos de nivel medio a bajo en este amplio campo de las primarias, Trump ha sido un enorme detrimento. Ellos no han sido capaces de ganar impulso y obtener atención para hacer ninguna clase de acción”.

Desde mediados de junio, cuando Bush y Trump entraron formalmente en la contienda, sólo tres candidatos han ganado terreno en el promedio de las encuestas nacionales republicanas de RealClearPolitics.com: Bush, Trump y el gobernador de Wisconsin, Scott Walker.

El nivel de apoyo medio de Bush subió casi 3 puntos porcentuales a 13.4 por ciento nacionalmente. Trump subió casi 15 puntos a un promedio de 18.2 por ciento y Walker creció 1.4 puntos a un promedio de 12 por ciento. Todos los otros republicanos durante esas siete semanas en que Trump dominó la cobertura de los medios, vio descender sus números.

“El campo republicano es el gobernador Bush y los otros, con algunos astros en la categoría de los otros, como el senador (Marco) Rubio y el gobernador Walker”, dijo el ex senador federal George LeMieux, un republicano de Broward. “El problema para un desafío es que ellos necesitan oxígeno, ellos necesitan que los medios les presten atención, pero Donald Trump aspira todo el oxígeno”.

Es difícil encontrar a republicanos que piensen que Trump, de 69 años, tenga una oportunidad realista de ganar la candidatura, pero el magnate de los bienes raíces y juegos de azar de hablar duro ha tocado en un sentimiento anti instituciones con la base del Partido Republicano, de una forma en que nadie lo ha hecho.

“El definitivamente toma el control de la conversación. Hace que no sólo los medios de comunicación, sino que otros republicanos hablen sobre estos temas que parecían un poco de tercera, como la inmigración”, dijo el presidente del Condado Palm Beach, Mchael Barnet. “Parece de las personas con las que me he estado conectando que los conservadores lo adoran, y las bases admiran y respetan su capacidad para decir la verdad, incluso so es un poco desagradable”.

El presidente republicano de Sarasota, Joe Gruters, está bien consciente del entusiasmo que genera Bush, al haberlo nominado en dos ocasiones “Estadista del Año” al encabezar los eventos del partido. A muchos de los activistas del partido no les gusta el ex astro de un programa reality, dijo Gruters, pero a la mayoría les gusta escuchar lo que dice y muchos aprecian su enfoque combativo.

“Sea Trump el candidato o no, tenemos que encontrar una forma para capturar esa energía”, dijo Gruters.

El hijo y hermano de presidentes, Bush es claramente el candidato del establecimiento. Trump no le está quitando votantes a Bush, está atrayendo a votantes republicanos que siguen a los políticos familiares y el estatus quo, muchos de ellos del ala del tea party del partido.

Mientras más candidatos haya en el campo y mientras más tiempo Trump bloquee a otros de obtener tracción, mejor será para Bush, de 62 años. El tiene los recursos para pedalear a través de incluso la más larga campaña de primarias.

Hasta que Trump cuestionó si el senador John McCain era un héroe de guerra legítimo, la mayoría de los aspirantes republicanos se mostraron cautos en criticar sus comentaros inflamatorios sobre los inmigrantes ilegales y otros candidatos. Ellos no deseaban antagonizar con sus votantes.

“Noten que Ted Cruz no diría nada malo en contra de Trump, porque él piensa que cuando Trump se queme y deje la contienda, los votantes de éste serían suyos”, dijo LeMieux. “Es juego de ajedrez tridimensional”.

Otros republicanos se preocupan de cómo un multimillonario al que le gusta llamar la atención podría reaccionar si y cuando los líderes del partido lo ataquen agresivamente.

“La preocupación es que los republicanos se aparten de él y entonces él aspire como independiente. Creo que sería ahí cuando tendría una seria preocupación como republicano”, dijo Nick DeCeglie, presidente republicano del Condado Pinellas, sobre Trump, quien ha mantenido abierta la puerta para una aspiración por un tercer partido.

 

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