Las formaciones kitsch de las elecciones en Alemania: del partido de la Sátira al de la Meditación
Un póster de la campaña electoral de Angela Merkel, en Berlín. STEFANIE LOOS REUTERS
El poder tiene un precio y el de presentarse a elecciones por un partido político en Alemania puede oscilar entre los 10.000 y 150.000 euros, dependiendo de la agencia de comunicación que contrate el candidato o los refrigerios que organice. Se le llama «la dote» y según la Sociedad Alemana para la Investigación Electoral no todos se la pueden permitir. Aun así, a las elecciones del domingo se presentan 4.828 candidatos agrupados en un total de 42 partidos, de los que sólo siete- CDU, CSU, SPD, FPD, La Izquierda y Los Verdes y AfD- superarán la barrera del 5% de votos que exige la ley para entrar en el Parlamento y recuperan con poder su inversión.
La oferta, sin embargo, es generosa y variopinta. Está, por ejemplo, el Partido Büso, que aboga por un mundo mejor a través de la música clásica y mayor proximidad a China y a Moscú, un programa que su presidenta, Helga Zepp, defiende sin demasiado éxito desde hace 25 años. Persistente también es el Partido Animal, con Matthias Ebber a la cabeza. Abogan por los derechos de todos los seres vivos, incluido plantas, y critican la producción masificada.
El Partido de la Sátira pelea por el 5% desde 2004 con Olaf Harms como cabeza de lista. Su propósito es entrar en el Bundestag y enfadar a Angela Merkel. La canciller también está en el punto de mira de Los Republicanos, partido de la extrema derecha. Su candidato, Sascha Krolzig resume para EL MUNDO sus tres prioridades: Encarcelar a Merkel por sus actos criminales (acogida de refugiados), libertad de los presos políticos y prohibir la homosexualidad.
En la lista hay un partido que se apropia de la Sensatez, otro que pide la Independencia de Baviera, el que defiende a la Familia, a Las Mujeres, el de las Violetas, con un programa basado en la meditación y la espiritualidad y el MLPD. Se trata éste de un partido marxista leninista que reivindica la rehabilitación mundial de la figura de Joseph Stalin.
