Los venezolanos salen a protestar contra Maduro y bloquean las calles al grito de «libertad»
Las protestas por el fraude de Maduro se expanden con las caceroladas en todo el país, tumban las estatuas de Chávez y los afiches de Maduro
Los manifestantes pisan un cartel de campaña del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras el resultado electoral
La proclamación ‘expres’ del presidente Nicolás Maduro también ha tenido su respuesta inmediata con las protestas espontáneas que se han expandido como la pólvora este lunes a todo lo largo y ancho de Venezuela bajo el grito de «libertad», caceroladas, quema de neumáticos y de estatuas del difunto Hugo Chávez.
La furia de los votantes por lo que denominan el mega fraude electoral de Maduro, que el CNE ha proclamado como presidente ganador con el 51% de los votos, se ha plasmado primero en las caceroladas de los caraqueños.
El batir de las ollas y sartenes ha comenzado en Petare, la barriada más grande de América Latina, y habiendo sido el feudo chavista, con sus habitantes que han salido a las empinadas callejuelas al sonar de las caceroladas.
Las mismas caceroladas han sido repicadas en los balcones de Chacao, Macaracuay, La Vega, e incluso en cinco edificios de la Gran Misión Vivienda de Las Acacias que construye el Gobierno para sus seguidores.
La furia de los votantes por lo que denominan el mega fraude electoral de Maduro, que el CNE ha proclamado como presidente ganador con el 51% de los votos, se ha plasmado primero en las caceroladas de los caraqueños.
El batir de las ollas y sartenes ha comenzado en Petare, la barriada más grande de América Latina, y habiendo sido el feudo chavista, con sus habitantes que han salido a las empinadas callejuelas al sonar de las caceroladas.
Las mismas caceroladas han sido repicadas en los balcones de Chacao, Macaracuay, La Vega, e incluso en cinco edificios de la Gran Misión Vivienda de Las Acacias que construye el Gobierno para sus seguidores.
En la céntrica San Martín, Capuchinos, Catia, siendo antiguos feudos chavistas y los alrededores del Palacio de gobierno de Miraflores, también han sonado las cacerolas y han llegado a oídos de Maduro, quien estaba siendo proclamado por el CNE para su tercer mandato de seis años.
Maduro no quiso esperar el recuento de votos ni la verificación de las actas de votación que reclama su rival Edmundo González y María Corina Machado y la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrático para autoproclamarse en el cargo.
Venezuela pierde el miedo
Las incipientes protestas sociales contagiosas muestran que los venezolanos han perdido el miedo. En los portones de la base militar El Libertador, la más grande de las Fuerzas Armadas, en la avenida Paramacoi, Aragua, los manifestantes han desafiado a los uniformados.
En la autopista que va a La Guaira y el aeropuerto internacional, los habitantes de la zona han bloqueado la avenida con una gandola atravesada y han quemado neumáticos bajo el grito de «fuera Maduro».
También han prendido fuego a los carteles y afiches de Maduro desplegados a lo largo de la autopista. Los manifestantes gritan indignados: «A tumbar cada estatua de Chávez, cada afiche, que borren cada muro con la consigna nefasta socialista».
Para las 19:00, hora local, está prevista una cacerolada en todo el territorio nacional gigantesca, dicen en las redes, con el fin de que retumbe más allá de las fronteras del país.
