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Pedro Sánchez: ¿puede el ave fénix del PSOE convertirse en cisne negro?

Pedro-Sanchez-comparecencia-martes-Congreso_120249310_4178209_1706x1280Ha resurgido de sus cenizas pero la cuestión es si con suficiente fuerza suficiente. Muchos lo dudan: «Hará mucho daño pero nada más».

Fue la gran sorpresa de los más de 250 miembros del fatídico Comité Federal que derrocó a Pedro Sánchez. Comprobar que, dos meses después, el difunto secretario general del PSOE aprovechaba la inacción de la comisión gestora y sus dilatados plazos hasta la convocatoria del Congreso Federal para rearmarse políticamente y resurgir de las cenizas todavía humeantes de la batalla.

Muchos vieron en las primeras apariciones de Sánchez el ejercicio melancólico de quien sufre el duelo por la derrota. «Me has matado en el comité federal, pero ahora tienes que hacerlo en mi terreno, en la militancia», fue el mensaje que vieron algunos en boca de Pedro Sánchez y con Susana Díaz como destinatario. Pero la realidad es que Pedro Sánchez parece ‘el flautista de Hamelín de la militancia’. Su tirón y afluencia de público es incuestionable en los actos hasta ahora celebrados y la encuesta del diario El Mundo ha venido a confirmar los peores temores de las fuerzas vivas socialistas.

«El cuerpo electoral no es el de los votantes sino el de los militantes», ha sido este lunes el mensaje coincidente en el ámbito de la gestora, la candidatura de Patxi López y el PSOE andaluz, conformado ya en equipo de campaña en la sombra. Según las fuentes consultadas por Libertad Digital, se manejan tres argumentos.

Primero, el de militantes versus votantes. «El militante socialista está más escorado a la izquierda que el votante potencial pero esto no significa que vote a Pedro Sánchez» porque conoce la llamada ‘cultura de partido’. Según el equipo de Patxi López, «los militantes quieren al partido y huyen de la división; llegado el momento, van a optar por la unidad, no por la trinchera». Hay quien cree incluso que «Pedro no va a parar hasta lograr una escisión en el PSOE o una ruptura interna a través de una corriente como Izquierda Socialista.

El segundo argumento viene también a explicar el primero: Pedro Sánchez ha creado «una realidad ficticia, un partido paralelo«. Una estructura de movilización de simpatizantes más que de votantes que infla su poder real entre las bases socialistas. Quienes defienden esta idea esgrimen un dato: «el 80% de los militantes del PSOE es población envejecida, superior a los 55 años y no se caracteriza ni por ir a a actos de partido ni por usar las redes sociales».

Algo que hace imposible predecir su comportamiento futuro, sobre todo cuando aún no ha comenzado la contienda. Éste es el tercer y último argumento: que «el partido aún no está en tensión» porque Susana Díaz no ha anunciado aun su candidatura y cuando lo haga subirán los decibelios y comenzará la batalla. Entonces y sólo entonces se movilizarán los militantes de un partido que siempre da sorpresas y en el que pocas veces ha ganado el favorito o el que arrojaban los sondeos.

Los pronósticos

Y es que el escenario más probable para los socialistas más veteranos es el de una victoria -pírrica, pero victoria- de Susana Díaz en el entorno de un 45%; seguida de Pedro Sánchez con cerca de un 35% de voto y de un diluído Patxi López en tercera posición con algo menos del 20%. Una quiniela que suscriben múltiples dirigentes socialistas aunque no encuentran consuelo alguno en «un PSOE roto» en el que el futuro líder no estará exento de cuestionamiento interno.

Sin embargo, el escenario que nadie quiere reconocer públicamente es que es posible que Pedro Sánchez, el Ave Fénix, se convierta en el ‘cisne negro’ del PSOE. Ése factor sorpresa que derribe los pronósticos internos y consiga -en la era de Trump, el Brexit y los populismos-, erigirse en vencedor de la secretaría general del PSOE. Así lo cree su equipo que, de espaldas a la gestora y al resto de candidaturas, se encuentra pletórico. Auguran «un cabreo tan mayúsculo entre la militancia» contra los aparatos y un movimiento ‘anti-susanista’ tan poderoso que creen incluso que «sería poco que sacáramos un 48% de voto» como augura este lunes el sondeo de Sigma Dos para El Mundo.

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