Proteger a los Trump cuesta 120 millones de dólares, ocho veces más que a los Obama
La protección del presidente Donald Trump y su familia costará a los estadounidenses 120 millones de dólares. Esa es la cantidad estipulada por el presupuesto federal para el año próximo y que será destinada a reembolsar tanto al Servicio Secreto como a los ayuntamientos de las localidades que más visita Trump y el resto de su familia. Según las estimaciones recientes, el estilo de vida del mandatario, con reiteradas visitas a campos de golf y viajes casi todos los fines de semana, hará que supere en 12 meses el coste de la protección de Barack Obama en ocho años de mandato.
El acuerdo presupuestario alcanzado este fin de semana en el Congreso contempla el pago de 60 millones de dólares al Servicio Secreto, encargado de proteger la seguridad del presidente tanto en Washington como en todos y cada uno de sus desplazamientos. La agencia también cubre los movimientos de Trump a Florida, donde ha visitado en siete ocasiones su club de Mar-a-Lago y se estima que cada una de ellas cuesta tres millones de dólares en gastos de seguridad.
Antes de entrar en política, Trump criticó los desplazamientos de Barack Obama por el coste que suponían para las arcas públicas. Tras ganar las elecciones, también declaró que “no creo que vayamos a tomar muchas vacaciones” en una entrevista a CBS. Pero apenas un mes después de llegar a la Casa Blanca, el republicano ya había superado los gastos de seguridad de un año de presidencia de Obama.
Un día cualquiera, el Servicio Secreto debe garantizar la seguridad del presidente en Washington, de su esposa y su hijo en Nueva York, el viaje de su hija Ivanka —con su esposo y sus tres hijos— a esquiar a Aspen (Colorado), y de sus hijos Eric y Donald Jr., desplazados en el extranjero para sellar un acuerdo comercial de la Trump Organization. A esta tarea se suman los desplazamientos del presidente así como sus estancias en hoteles como Mar-a-Lago donde los agentes deben custodiar accesos por tierra, mar y aire.
“Estamos recibiendo lo que nos deben”, celebró en un comunicado el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. “Son buenas noticias para nuestra ciudad y para los agentes de policía que se han encontrado con un desafío de seguridad sin precedentes. El presupuesto federal contempla el pago de 20 millones de dólares a Nueva York para cubrir los gastos de protección a Trump entre el día que ganó las elecciones y el que asumió el poder.
Nueva York también recibirá otros 41 millones por el aumento de la seguridad desde que Trump llegó a la Casa Blanca. A pesar de que él vive en Washington, su esposa Melania y su hijo Barron residen en la torre del empresario en la Quinta Avenida neoyorquina hasta que termine el curso escolar, por lo que el Servicio Secreto y la policía deben custodiar todos sus movimientos. El Departamento de Policía de la ciudad asegura que el coste es de casi 150.000 dólares diarios y que asciende a 300.000 dólares si Trump está en la ciudad.
De Blasio ha defendido en el pasado que la alcaldía no tiene por qué incluir en sus presupuestos lo que considera una “responsabilidad federal”. Es decir, que los ciudadanos de Nueva York no deberían ser los encargados de pagar por la seguridad del presidente. Ese coste será cubierto finalmente por todos los ciudadanos a través de las cantidades designadas por el presupuesto federal para el próximo año.