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Reino Unido: ¿Por qué gana el ‘Brexit’?

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Partidarios del ‘Brexit’ hacen campaña por la salida del Reino Unido de Europa en el Chelsea Flower Show de Londres.
REUTERS

Las encuestas dan hasta cinco puntos de ventaja a la salida de Reino Unido de la UE a dos semanas de la celebración del referéndum

A falta de dos semanas para el referéndum de la UE, la posibilidad del ‘Brexit’ empieza a parecer más real que nunca. Dos encuestas de YouGov e ICM han dado esta semana de cuatro a cinco puntos de ventaja (48% a 43%) a la opción salida.

Hostigado por sus correligionarios, David Cameron ha encontrado un insospechado aliado de última hora con el que aspira a dar la vuelta a los sondeos: el alcalde musulmán de Londres Sadiq Khan.

Khan se ha propuesto paliar la pasividad de su propio líder, Jeremy Corbyn, y aspira movilizar el voto laborista recordando sus viejos tiempos de boxeador frente al ex alcalde de Londres Boris Johnson. El debate definitivo será el 21 de junio, dos días antes de la cita con las urnas…

El impulso de Boris

El tirón popular del ex alcalde de Londres, Boris Johnson, ha sido vital para catapultar la campaña del ‘Brexit’. Los analistas estiman que el ‘factor Boris’ ha servido para darle un impulso extra de 10 a 12 puntos a la opción salida. Johnson es el segundo político en quien más confían los británicos en la cuestión de la UE, después de David Cameron. Su habilidad para provocar titulares -comparando la UE con el «proyecto de Hitler»- ha surtido un gran efecto y han encontrado amplio eco en prensa conservadora.

Si Boris hubiera decidido arropar a Cameron, la partida habría estado prácticamente decidida de antemano. Sin él, el liderazgo de la campaña oficial VoteLeave habría recaído en el ministro euroescéptico de Justicia, Michael Gove, que levanta ampollas entre los votantes no conservadores. Boris Johnson ha logrado además robar casi por completo el protagonismo a Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip), que hace campaña por su cuenta en una plataforma paralela, Leave.eu, auspiciada por el millonario Arron Banks. Las divisiones iniciales en el frente del ‘Brexit’ han dejado paso a una tregua, aunque la salida de tono de Farage -alertando contra los ataques sexuales de inmigrantes al estilo Colonia- ha reactivado viejas rencillas.

El ‘elefante’ de la inmigración

La inmigración se ha convertido en lo que los británicos llaman el elefante en la habitación: el tema inevitable que nadie puede eludir y que amenaza con aplastar a cualquiera que se ponga delante. Hoy por hoy, es el segundo tema que más preocupa a los británicos, codeándose con la economía y robándole protagonismo en titulares, gracias a noticias como el aumento imparable de la inmigración neta (333.000 el último año) o a incidentes como el reciente rescate de 18 albaneses que intentaban cruzar el Canal de la Mancha en un bote inflable. El 76% de británicos considera que los niveles actuales de inmigración son insostenibles. Según el sondeo de YouGov, el 57% de los británicos cree que la inmigración sería más baja tras la salida de la UE.

La apatía de Corbyn

«Sólo los laboristas pueden evitar el ‘Brexit'»… Los cuatro ex líderes laboristas -Ed Miliband, Gordon Brown, Tony Blair y Neil Kinnock- unieron fuerzas para movilizar a los votantes de izquierda, que tienen en su mano la posibilidad de desequilibrar la balanza.

El actual líder laborista no firmó la carta abierta y ahí le duele: le siguen acusando de un ambivalencia ante la UE que tiene despistados a la mitad de los votantes laboristas, que confiesan a estas alturas que desconocen la postura oficial del partido. Corbyn (que votó contra la pertenencia a la CEE en 1975) se ha negado a hacer campaña a favor de la UE junto a Cameron, al que ha acusado de usaramenazas «exageradas» sobre los efectos económicos del ‘Brexit’.

Cameron en su laberinto

Como en la antesala del referéndum de Escocia, David Cameron no acaba de encontrar el mensaje, acusado esta vez por sus propios correligionarios de meter miedo a la población y de haber entrado él mismo en un ‘estado de pánico’. Consciente de que la unidad de los Consevadores está también en juego el 23-J, Cameron ha procurado no abusar del ataque personal (superada la traición de Boris) y ha rehuido el debate con miembros de su propio partido.

El ‘premier’ ha puesto todo el empeño en centrar el debate en la economía, pero no ha tenido la mitad del éxito deseado, pese al capotazo de Obama, del FMI, de la OCDE y del Banco de Inglaterra, que predice poco menos que el apocalipsis económico si vence el ‘Brexit’.

El voto de Glastonbury

El destino, o el error de cálculo, ha querido que el referéndum se celebre justo un día después del arranque del Festival de Glastonbury, lo que puede traducirse en 200.000 votos menos de otros tantos jóvenes (lo más proclives a la permanencia). El fundador de Glastonbury, Michael Evis, ha tomado carta en el asunto y ha tenido que recordar a la muchachada que primero vote y luego se vaya de fiesta.

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