Argentina se dirige de nuevo al abismo peronista
La derrota severa sufrida por Mauricio Macri en las elecciones del domingo, haciendo trizas los sondeos, deja a Argentina a un paso de la vuelta del peronismo
La derrota severa sufrida por Mauricio Macri en las elecciones del domingo, haciendo trizas los sondeos, deja a Argentina a un paso de la vuelta del peronismo. El candidato de esta corriente, Alberto Fernández, aglutinó el 47% de los sufragios, frente al 32% obtenido por el presidente argentino. Es un resultado contundente que obliga a Macri a una reacción urgente si no quiere verse desalojado de la Casa Rosada por parte de Fernández y su compañera de candidatura, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ambos parten ahora como favoritos para la elección definitiva del 27 de octubre. La resurrección peronista constituye una pésima noticia. Primero, porque supondría abocar a Argentina, una vez más, al desgobierno, la corrupción institucionalizada y el despilfarro. Segundo, porque añadiría un elemento de incertidumbre en América Latina. Y, tercero, porque derivaría en una catástrofe económica. De hecho, el peso perdió más del 20% de su valor y las acciones argentinas se hundieron ayer en Wall Street. La amenaza de suspensión de pagos aparece en el horizonte, lo que tendría efectos letales para las empresas españolas.
Aunque formalmente son unas primarias para elegir a los candidatos de las presidenciales, en la práctica, la votación del domingo puede interpretarse como una primera vuelta de los comicios. De ahí que se hayan encendido las señales de alarma en la mayoría de capitales salvo en Caracas. Nicolás Maduro aspira al respaldo de Buenos Aires si finalmente hay cambio de gobierno. Además de las consecuencias nefastas que acarrearía en el ámbito macroeconómico, el regreso del peronismo no solo ahondaría en la fractura social entre argentinos -divididos entre kirchneristas y antikirchneristas-, sino que contribuiría a desestabilizar un continente golpeado por el latrocinio de Estado del populismo. Cabe recordar que la ex presidenta Fernández de Kirchner fue procesada por corrupción en 13 causas y arrastra siete órdenes de prisión preventiva que ha eludido gracias a su inmunidad de senadora.
Macri ha gozado del respaldo de Washington, del FMI y de los mercados, pero su mandato ha estado marcado por la adopción de severas medidas de ajuste. Su política económica resultaba insoslayable en un país sumido en la bancarrota tras décadas de régimen peronista. Sin embargo, la inflación galopante y los efectos de la recesión han castigado al presidente argentino. Sus opciones para remontar pasan por sumar apoyos entre los votantes que ahora se han decantado por otros candidatos liberales, como el ex ministro Lavagna. Sería desastroso para el orden global y la estabilidad económica que Argentina volviera a caer en el pozo del peronismo.