El dilema de un gobierno terminal
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Scott Walker, el gobernador republicano saliente de Wisconsin, rara vez evita una pelea. Pero ahora se enfrenta a una delicada decisión. Después de perder las elecciones en noviembre, amigos suyos en la legislatura estatal aprobaron leyes para restringir el poder de su sucesor, Tony Evers, un demócrata de modales suaves. Esto, por ejemplo, obstaculizaría la promesa de campaña del Sr. Evers de detener una demanda judicial contra la expansión de Obamacare, limitaría la posibilidad de votar anticipadamente, así como restringiría la autoridad legal del fiscal general entrante (Demócrata). Los Demócratas denuncian un indecoroso abuso de poder, mientras que algunos republicanos dicen que las legislaturas tienen el derecho de regular los poderes del poder ejecutivo. Sin embargo, otros instan a la precaución. La reputación del Partido Republicano podría verse afectada durante meses de polémicas disputas en los tribunales, como sucedió después de una medida similar en Carolina del Norte. Walker debe decidir si vetará o no la legislación. Si no lo hace, su partido podría enfrentar hostilidad en un estado que será un campo de batalla central en la carrera presidencial de 2020.
Traducción: Marcos Villasmil NOTA ORIGINAL The Economist Lame duck’s dilemma: Wisconsin |
| Scott Walker, Wisconsin’s departing Republican governor, rarely shies away from a scrap. But he now faces a delicate decision. After he lost the election in November, friends in the state legislature passed laws to restrict the power of his successor, Tony Evers, a mild-mannered Democrat. These would, for example, hamper Mr Evers’s campaign promise to halt a legal case against expanding Obamacare, limit early voting and restrict the legal authority of the incoming (Democratic) attorney-general. Democrats decry an unbecoming power grab, while some Republicans say legislatures have the right to adjust powers of executives. Yet others urge caution. The GOP’s reputation might suffer during months of contentious wrangling in courts, as happened after a similar move in North Carolina. Mr Walker must decide whether to veto the legislation. If he doesn’t, his party could face animosity in a state that will be a central battleground in the 2020 presidential race. |
