CulturaGente y SociedadRedes sociales

Elon Musk y los ‘Papeles de Twitter’

Este 2022 recién terminado es el año en que Elon Musk ha colonizado buena parte de las conversaciones de los internautas de nuestro país. La compra de la red social Twitter por parte del multimillonario dueño de Tesla empezó el 4 de abril y finalizó el 27 de octubre. Desde entonces han brotado toda clase de teorías sobre los verdaderos motivos de Musk para comprar una plataforma que ni siquiera es la más poblada ni la más saneada económicamente, ya que TikTok, Facebook y YouTube son las preferidas por las empresas y los publicistas.

Los verdaderos objetivos de Elon Musk

El conocido tecnócrata Enrique Dans especula sobre una «destrucción creativa» que pretendería desmontar la red social Twitter entera y reconstruirla desde cero, para sanearla económicamente. El economista liberal Juan Ramón Rallo cree que, por desgracia, Musk no podrá cumplir su promesa de imponer la libertad de expresión en la red considerada el ágora global de nuestro planeta. La pregunta se mantiene incólume. ¿Qué necesidad tenía un multimillonario especializado en medios de transporte de última generación —coches eléctricos y vehículos espaciales— de comprar un avispero mediático como Twitter? La explicación más sencilla es que Musk haya dicho la verdad: quiere recuperar la libertad de expresión y de opinión que forma parte del tejido fundacional estadounidense. Sí, Elon es sudafricano-canadiense, pero los empresarios extranjeros triunfados en EEUU tienen la costumbre de regalar amplias porciones de su fortuna al país anfitrión, mediante donaciones, fundaciones benéficas, becas, edificios o parques. En este caso, sin embargo, lo que se está produciendo es una lucha de poder entre Elon Musk y el gobierno de su país. En este artículo vamos a desgranarla.

Las redes sociales en cifras

¿Qué son las redes sociales? Cabe considerarlas unas aplicaciones informáticas más o menos frívolas, que de manera más o menos extemporánea imponen videos y mensajes de una superficialidad chocante. Pero las cifras globales relativas al uso de las redes sociales ubican este novísimo fenómeno tecnológico en su verdadera dimensión. A mediados de noviembre de 2022 la población mundial alcanzó la cifra de 8.000 millones de habitantes. De este total planetario, según Statista el 83% tendría un teléfono móvil (6.640 millones), cifra asombrosa teniendo en cuenta que en torno a 1.500 millones de la población total son menores de edad. En octubre de 2022 el informe Global Social Media Statistics aseguraba que 4.740 millones de personas usan las redes sociales, lo que equivale al 59.3% de la población total del planeta Tierra. El crecimiento anual sería de un 4.2%, con 6 nuevos usuarios de redes por segundo. Según este informe, 9 de cada 10 internautas usan las redes sociales todos los meses.

Por qué Elon Musk no se planteó comprar Facebook, YouTube o TikTok

Cuando Jack Dorsey fundó la red social Twitter en 2006, los mensajes lacónicos tipo «Me voy a duchar» o «¡Qué pasa, mundo mundial!» no parecían presagiar que la red se fuera a convertir, de manera casi inmediata, en el ágora global del debate político, alcanzando los 100 millones de usuarios en 2012. Dieciséis años después de su aparición, el 70% de los periodistas occidentales está presente en Twitter. Esto significa que prácticamente toda la información que nos llega a través de la prensa se habría gestado en Twitter o bajo el influjo de las opiniones y noticias que los periodistas leen en Twitter, lo que a su vez influiría en las cúpulas políticas que interactúan a diario en Twitter con la prensa. No olvidemos que Donald Trump hizo toda su campaña electoral desde una cuenta personal de Twitter, novedosa estrategia de comunicación política que le llevó a la Casa Blanca en 2016. Esta cuenta de Trump fue monitorizada por Jack Dorsey y la cúpula directiva de Twitter previa a Musk, mediante rótulos insertos en los mensajes del entonces presidente estadounidense, avisando de que la información que aportaba podría no ser cierta. El 8 de enero de 2021, dos días después del asalto del Capitolio, con Donald Trump aparentemente implicado, Twitter bloqueó la cuenta del expresidente republicano. Una de las primeras medidas de Musk al aterrizar en Twitter ha sido la de reactivar la cuenta de Donald Trump, que ha creado su propia red social (Truth Social o «Verdad Social») y no ha regresado a la que fuera su red social preferida.

 

 

¿La polarización política nace en las redes sociales?

En un estudio de la Universidad de Harvard de 2016 sobre la influencia de las redes sociales en la política estadounidense, todos los líderes que participaron en el sondeo tenían una cuenta activa en Twitter, cosa que no sucedía con Facebook. Pero la particularidad de Twitter es que funciona como un estadio de fútbol de tamaño mundial: los temas se trituran y regurgitan en versión polarizada o binaria, para que dos bandos enfrentados repitan consignas enfrentadas, tal como hacen los hinchas con sus respectivos equipos deportivos. Por eso los líderes de opinión tienen una capacidad de influencia grande: son los creadores de los eslóganes que luego machacan los bandos opuestos. Pero la información no queda intacta, sino centrifugada o parcheada. Por lo tanto, al comprar Twitter y entrar en el ojo del huracán mediático, Elon Musk podría no formar parte de la solución, sino haberse asociado al foco generador del gran problema político del siglo XXI —la polarización—, sin posibilidad alguna de solucionarlo.

Elon Musk versus Mark Zuckerberg

Tal vez no lo recordemos ya, pero todo esto de las redes sociales empezó con Facebook en Cambridge, Massachusetts, concretamente en la Universidad de Harvard, en 2004. El libro Multimillonarios por accidente de Ben Mezrich atribuye el nacimiento de la primera red social a un desengaño amoroso, o al menos a la intención estudiantil de crear un sitio web «para ligar». Basada en el libro de Mezrich, la película La red social, con guion de Aaron Sorkin, recibió tres Premios Óscar en 2010, año de su estreno. Según esta versión, Zuckerberg habría querido vengarse de una novia creando un sitio web donde poder comparar y votar los aspectos físicos de las alumnas. Pese a ser «la madre de todas las redes sociales», hoy Facebook es denostada por cientos de miles de personas que la abandonaron al ir surgiendo las demás redes, Twitter entre ellas. Abundan los jóvenes que la definen como «un sitio para jubiletas», cuyos usuarios cuentan historias domésticas pequeñas y sin recorrido salvo para su pequeño círculo de amigos.

En cuanto al propio Zuckerberg, poco queda ya de aquel chico de 19 años que creó una web universitaria llamada «Facemash», que vendría a significar algo así como «Caras Revueltas». Hoy Zuckerberg es uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna que ronda los 50.000 millones de dólares, pero habiendo perdido este año el doble de esa cantidad: en torno a 100.000 millones. Los motivos incluirían el cambio de marca de Facebook a Meta y la controversia sobre la influencia de Instagram sobre los suicidios adolescentes por trastornos alimentarios. Recordemos que Mark Zuckerberg es dueño no solo de la veterana Facebook, sino también de Instagram y de WhatsApp. A esto se suma el llamado «Escándalo Cambridge Analytica», que salió a la luz cuando un antiguo empleado denunció que Facebook había aportado a la empresa británica Cambridge Analytica los datos de 50.000 usuarios de Facebook como soporte analítico del Partido Republicano estadounidense en la campaña electoral de 2016, que ganó Donald Trump. Zuckerberg se disculpó ante el Congreso de Estados Unidos en 2019 y desde entonces ha pagado multas astronómicas por un total de 10.000 millones de dólares por haber violado el derecho a la privacidad de sus usuarios. La última fase ha sido este año, con un acuerdo extrajudicial que cierra una demanda colectiva con otra presumible suma millonaria. La trayectoria de Zuckerberg es la de un empresario cuya carrera ha estado ligada desde los veinte años a las redes sociales, de las que se le puede considerar el patriarca. En comparación, Elon Musk es un advenedizo que no sabe nada del asunto, salvo como usuario de Twitter.

El proceloso aterrizaje de Elon Musk en Twitter

El 1 de noviembre de 2022, cinco días después de haber comprado Twitter, Musk subió a su cuenta un mensaje criticando el «sistema de señores y vasallos» de su nueva red social, en alusión al método de verificación que indica con una insignia azul cuáles son las cuentas oficiales o verificadas. En opinión del excéntrico millonario, este procedimiento sería antidemocrático, por excluir a las personas del gran público que pudieran ser relevantes con unos criterios distintos a los de la cúpula de Twitter. En ese mismo mensaje anunciaba que cualquiera dispuesto a pagar 8 dólares al mes podría lucir la anhelada señal azul. Pues bien, a comienzos de noviembre el caos en la red fue inmediato. En cuestión de horas surgió un aluvión de redes recién verificadas asumiendo la identidad de empresas (Apple, Nintendo, BP o Chiquita) y personajes célebres (Mark Zuckerberg, Joe Biden, Donald Trump, George W. Bush y Tony Blair, entre otros). No faltaron las cuentas sucedáneas de Tesla (la empresa automovilística de Musk) e incluso del propio Elon Musk, todas ellas con su flamante insignia azul. Tras ese primer fiasco en torno a la verificación, Musk se retiró a sus cuarteles de invierno a pensar en nuevas maneras de recuperar los 44.000 millones que ha pagado por la red social.

 

Borrador de Jack Dorsey con una primera idea de Twitter, 2006.

 

Los Papeles de Twitter

¿Significaba esto que Musk quería dejar de estar en el epicentro mediático mundial? Ni muchísimo menos. No había pasado un mes cuando el 28 de noviembre anunció que pronto se publicarían en su propia red «los Papeles de Twitter sobre la supresión de la libertad de expresión», porque la población mundial «merece saber lo que realmente sucedió».  A partir de ese día entregó capturas de pantalla, correos y fragmentos de chat a los periodistas independientes Matt Taibbi y Bari Weiss. En palabras del primero, Twitter es «una de las plataformas más poderosas e influyentes del mundo», pero funciona como un «Frankenstein descontrolado» cuyos ejecutivos habrían recibido órdenes de los dos principales partidos estadounidenses (Demócrata y Republicano), aunque «siempre con un marcado sesgo a favor de la izquierda». De momento se ha divulgado cómo Twitter y Facebook censuraron, durante la campaña presidencial estadounidense de 2020, toda la información relativa al escandaloso contenido de un ordenador portátil de Hunter Biden, hijo del entonces candidato presidencial Joe Biden. La información tenía una doble vertiente: la relativa a acusaciones de corrupción del entonces vicepresidente Biden (que habría impedido una investigación de la empresa ucraniana Burisma donde trabajaba su hijo) y la segunda, más amarillista, relativa a la actividad sexual de Hunter con mujeres menores de edad, en estados de aparente embriaguez e intoxicación. La siguiente entrega de los Papeles de Twitter, anunciada ya por Musk, será sobre Anthony Fauci —el Fernando Simón estadounidense—, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de EEUU y encargado de la estrategia anticovid bajo Trump y ahora bajo Biden. El 7 de enero Fauci ha dicho a la prensa que no tiene «ni la menor idea» de qué puede tratar el contenido anunciado por Musk. Así que la emoción está servida.

Elon Musk ya no es el hombre más rico del mundo

En contraposición con Mark Zuckerberg, Elon Musk tiene otra actividad profesional más lucrativa, y lo de Twitter es para él, hasta cierto punto, un hobby o, incluso, un capricho de millonario. La fuente de ingresos de Musk es Tesla, su empresa de coches eléctricos, cuya meta declarada es acelerar la transición mundial hacia el transporte sostenible. Fundada en 2003, la empresa experimentó un auge desmesurado en 2020, cuando el valor de las acciones creció un 740%, catapultando a Musk a lo alto del podio de los multimillonarios. En enero de 2021, el empresario automovilístico se convirtió en la persona más rica del mundo. El título le duró exactamente un año, pues lo perdió en diciembre de 2022, cuando le fue arrebatado por el magnate francés Bernard Arnault (LVMH), debido al desplome de las acciones de Tesla. El 27 de octubre, cuando Musk compró Twitter, la acción de Tesla estaba a 230 dólares. Al mandar este artículo a RdL, el precio de la acción es de 113 dólares. No faltan quienes culpan al pájaro azul de haber distraído al magnate, haciéndole descuidar su empresa principal.

Redes sociales: ¿cultura o incultura?

Elon Musk ha protagonizado nuestras conversaciones en 2022, pero entre tanto parecemos esquivar la verdadera pregunta que deberían suscitar las redes sociales: ¿son vehículos de expansión cultural o, por el contrario, distorsionan el propio concepto de la cultura? En 2014 el periodista estadounidense Karl Taro Greenfeld escribía en The New York Times que las redes sociales nos imponen una presión constante para que demostremos veinticuatro horas al día que no somos unos analfabetos. «Nunca como en el siglo XXI ha sido tan fácil fingir saber tanto sin saber realmente nada», aseguraba Greenfeld. «Estamos peligrosamente cerca de un pastiche cultural que de hecho es un nuevo modelo de incultura».

La era del tecnofeudalismo

El economista francés Cédric Durand, profesor de la prestigiosa Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París, asegura que ya vivimos en la nueva era del tecnofeudalismo. Los protagonistas de estos nuevos tiempos cibertecnológicos serían, según Durand, los grandes monopolios, las plataformas tecnológicas y los gobiernos pospandémicos. Estos entes nacionales y transnacionales tendrían el mismo poder global y se enfrentarían de manera cada vez más directa —como nos está demostrando Musk— en un entorno cada vez más caótico. Según Durand, los usuarios de las redes seríamos de hecho peones de los jerarcas tecnológicos. Los algoritmos les permitirían manipular y controlar a la población mundial, mediante los datos que poseen sobre nuestras preferencias, nuestras ideas y nuestras costumbres. Con Twitter recién comprado y ya sin cotizar en Bolsa, 400 millones de usuarios se preguntan —nos preguntamos— si Elon Musk realmente se ha propuesto ser el adalid de la libertad global o si el ímpetu le durará solo lo que le dure la diversión o, como diría él mismo, el subidón.

BIBLIOGRAFÍA

-Elon Musk is no longer the richest man on the planet according to Forbes, Jordan Valinsky, CNN, 8 diciembre 2022 https://edition.cnn.com/2022/12/07/business/elon-musk-wealth/index.html#:~:text=Despite%20the%20losses%2C%20Musk%20is,net%20worth%20of%20%24171%20billion

-Facebook cierra el escándalo Cambridge Analytica con un acuerdo extraoficial, Gabriela Bustelo, Red Seguridad, 1 octubre 2022 https://www.redseguridad.com/actualidad/facebook-cierra-el-escandalo-cambridge-analytica-fuera-de-los-tribunales_20220901.html

-Global Social Media Statistics, Kepios, Octubre 2022 https://datareportal.com/social-media-users#:~:text=Analysis%20from%20Kepios%20shows%20that,of%20the%20total%20global%20population.

-Political Polarization on Twitter: Social Media May Contribute to Online Extremism, Sounman Hong, Ph.D., Harvard University, 2016 https://scholar.harvard.edu/sounman_hong/political-polarization-twitter-social-media-may-contribute-online-extremism

-The Elon Musk Show, Jack Seale, The Guardian, 12 octubre 2022 https://www.theguardian.com/tv-and-radio/2022/oct/12/the-elon-musk-show-review-is-the-worlds-richest-man-a-genius-or-just-a-goofy-loner

The Accidental Billionaires, Ben Mezrich, Doubleday, 2009 https://knopfdoubleday.com/benmezrich/

-We Asked 281 Entrepreneurs What the Best Social Media App for Making Money Is. Here’s What They Said, Nick Wolney, TIME, 16 septiembre 2022 https://time.com/nextadvisor/financial-independence/best-social-media-for-business/#:~:text=TikTok%20Is%20the%20Social%20Media,of%20281%20online%20business%20owners.

-The Twitter Censorship Files, Editorial Wall Street Journal, 4 diciembre 2022 https://www.wsj.com/articles/the-twitter-censorship-files-intelligence-spooks-russia-new-york-post-laptop-taibbi-11670189776

-Faking Cultural Literacy, Karl Taro Greenfeld, New York Times, 23 mayo 2014 https://www.nytimes.com/2014/05/25/opinion/sunday/faking-cultural-literacy.html

-Sobre la muerte de Twitter, Enrique Dans, Blog, 18 noviembre 2022 https://www.enriquedans.com/2022/11/sobre-la-muerte-de-twitter.html

-¿De verdad Elon Musk es un absolutista de la libertad de expresión?, Juan Ramón Rallo, Canal Personal YouTube, 1 mayo 2022 https://www.youtube.com/watch?v=yvG9UIFHk50

-Number of smartphone subscriptions worldwide from 2016 to 2021, with forecasts from 2022 to 2027, Statista, Febrero 2022 https://www.statista.com/statistics/330695/number-of-smartphone-users-worldwide/

 

 

Botón volver arriba