Ortiz: Biden – Difícil acuerdo con Cuba
Es difícil acordarse con quien no quiere entenderse. Con quien se blinda en la trampa y el fingimiento. Ya lo señaló el presidente Kennedy:
“No podemos negociar con los que dicen: lo que es mío es mío, y lo que es tuyo es negociable”.
En en una conversación con venezolanos interesados en la experiencia cubana, dije:
La tragedia de los latinoamericanos que nacimos entre 1920 y el 2016, es que fuimos contemporáneos de Fidel Castro, un genio del mal equiparable a Stalin, Mussolini, Mao y Hitler.
Castro un estratega eficiente, carismático y verbalista, al propio tiempo inescrupuloso, brutal hasta el crimen, tornadizo y simulador. Esas características con un solo fin: manterner el poder absoluto per secula seculorum.
Fidel diseñó un formato que dura más de seis décadas:
NO hacer concesiones políticas ni pagar deudas económicas. Aparentar que se concede y se paga como burladero contra adversarios o asociados.
Problematizar al resto del hemisferio, como camino de la sobrevivencia económica y gobernabilidad de su régimen. La subversión puede ser guerrillera o electoral.
Crear en cada país agentes más leales al comunismo cubano que a su propia patria, verbigracia Tomás Borge en Nicaragua, García Linera en Bolivia y Maduro en Venezuela.
Manipular el ego de caudillos ignorantes y narcisistas como Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega, para exprimir a sus países.
Así, el presidente Obama estuvo acertado cuando intentó cambiar una política hacia Cuba que en 60 años no produjo resultados. Pero falló en no exigirle a Cuba concesiones concretas para la apertura: pluralismo político, respeto a los derechos humanos, libre mercado, cese a la intromisión en Venezuela y otras naciones…
El presidente Biden es un líder sensato y veterano. Estamos seguros que a Cuba le exigirá un quid pro quo, “un dando y dando”; a cada sanción que se levante debe corresponder una real concesión cubana.
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