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Un año sin Carlos Alberto Montaner

Uno de los columnistas más leídos en el mundo de habla hispana, Montaner fue el más sólido y coherente intelectual que tuvo que enfrentar el régimen castrista.

 

LA HABANA, Cuba.- Hace un año, el 30 de junio de 2023, en Madrid, donde residía desde 1970, se fue de este mundo, a los 80 años, lúcido y con dignidad, como siempre vivió, el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner.

Considerado por la revista Foreign Policy entre los 50 intelectuales más influyentes de Iberoamérica, fue uno delos columnistasmás leídos en el mundo de habla hispana. Se calcula que alrededor de seis millones de personas leían sus artículos que aparecieron durante décadas en distintos medios de prensa.

Fue autor de 27 libros, entre los que se destacan Viaje al corazón de Cuba, Por qué desapareció el comunismo, Libertad: la clave de la prosperidad, Fabricantes de miseria, Manual del perfecto idiota latinoamericano (en coautoría con Plinio Apuleyo y Álvaro Vargas Llosa), las novelas Perro mundo, La trama, La mujer del coronel, Tiempo de canallas y Otra vez adiós. 

Montaner se mantuvo escribiendo hasta mayo de 2023, cuando se despidió de sus lectores al anunciar su retiro debido a una enfermedad degenerativa que lo aquejaba (parálisis supra-nuclear progresiva).

 

 

 

 

Fue el más sólido y coherente intelectual que tuvo que enfrentar el régimen castrista. De ahí el odio y la saña con que siempre fue atacado, tildándolo de terrorista, agente de la CIA y otras acusaciones absurdas.

En realidad, como le gustaba recordar a Montaner, lo más cerca que él estuvo del terrorismo fue cuando en La Habana, en 1958, siendo un adolescente, prestó auxilio a una muchachita aterrorizada por el estallido de una bomba colocada por miembros del Movimiento 26 de Julio en un centro recreativo. Aquella joven se convertiría en su esposa y la madre de su hija.

Aunque llevaba más de seis décadas exiliado, desde que, con apenas 19 años, en enero de 1961, logró escapar de la cárcel adonde había sido enviado por oponerse al régimen, nunca perdió el contacto con la realidad cubana ni con los que dentro de Cuba luchaban por la democracia.

Su visión de los problemas cubanos, siempre certera, objetiva, sensata y difícil de rebatir, nunca fue nublada por el rencor y el apasionamiento. Por el contrario, siempre estuvo abierto al razonamiento y el debate respetuoso con sus adversarios ideológicos.

Recordemos que cuando Montaner debatió, en 2010, con Silvio Rodríguez, contestó afirmativamente a la pregunta del cantautor de si firmaría una carta de los cubanos víctimas de atentados de la CIA, pero invitó a Silvio a que firmara, a su vez, una carta en defensa de los presos políticos y opositores perseguidos por el régimen, lo que descolocó y puso a hablar boberías al más oficialista de los cantautores oficialistas.

Más recientemente, Montaner supo defender y hacer valer su posición ante sus compatriotas del exilio de la derecha radical que le reprochaban su desacuerdo con las políticas del gobierno de Donald Trump.

 

 

 

Fundador de la Unión Liberal Cubana y vicepresidente de la Internacional Liberal entre 1992 y 2012, Montaner nunca renunció al sueño de una Cuba en democracia. Pero su lucha por la libertad y la democracia no se centró solo en Cuba, sino que abarcó cada sitio del mundo donde imperara una tiranía, se violaran los derechos humanos o se viera amenazado el estado de derecho.

 

 

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