Un largo historial represivo el que acompaña a este agente de la Seguridad del Estado que se hace llamar «Camilo» (la falta de creatividad para ponerse seudónimos es inherente al tipo de persona que trabaja para la policía política). Él fue y ha sido uno de los represores más activos contra la blogosfera alternativa en esta Isla, especialmente contra el periodista Reinaldo Escobar y esta servidora.
Él fue y ha sido uno de los represores más activos contra la blogosfera alternativa en esta Isla
En el lejano año 2008 nos citó para amenazarnos en una estación del Vedado habanero. Ahora (con más canas, más barriga y menos pudor) lo hemos visto reprimiendo a los jóvenes que protestaron este viernes en la calle Obispo de la capital cubana. También estuvo en el acto de repudio contra Escobar en la esquina de 23 y G, en 2009 y cuando nos arrestaron en Bayamo en 2012. Con solo ver su imagen puedo sentir sus nudillos en mi piel y su fuerte olor a sudor agrio pegado a mi cara.
Ay… Camilo… ¿Te acuerdas cuando nos dijiste a mi esposo y a mí que estábamos «descalificados para el diálogo»? ¿De qué «diálogo» hablabas? ¿De la conversación que se establece entre uno que grita y otro que está amordazado? ¿Del cacareo de una sola voz? ¿Del coro uniforme que brota de una sola garganta? Ay… Camilo… tú sí que serás «descalificado por la historia» que solo te dará el lugar que te mereces: el de un instrumento usado y desechado por sus amos.
