Berlusconi defiende a «su amigo Putin» por la invasión de Ucrania y provoca la ira de Meloni

Silvio Berlusconi ha hecho una vez más de altavoz de la propaganda de su amigo Vladímir Putin sobre la guerra en Ucrania. El exprimer ministro ha atacado duramente al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, haciéndolo responsable del conflicto con Rusia. Al mismo tiempo, el líder de Forza Italia ha criticado a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que se entrevistó el jueves con Zelenski en Bruselas. «Si yo hubiera sido primer ministro, nunca habría ido a hablar con Zelenski. Porque estamos presenciando la devastación de su país y la masacre de sus soldados y civiles. Bastaba con que dejara de atacar a las dos repúblicas autónomas del Donbass y esto no habría sucedido. Así que yo juzgo muy, muy, muy negativamente la conducta de este señor» [en referencia a Zelenski].

El líder de Forza Italia habló sin nada que lo frenara en la noche del domingo, tras depositar su voto en Milán (hay comicios regionales en Lombardía y Lazio), rompiendo el silencio electoral. Silvio Berlusconi sugirió también, para acabar el conflicto, un plan que supone la rendición de Ucrania a Rusia: «Para lograr la paz, creo que el señor presidente estadounidense debería coger a Zelenski y decirle: «Un Plan Marshall está a su disposición después del final de la guerra para reconstruir Ucrania». Un Plan Marshall de seis, siete, ocho, nueve mil millones de dólares, con una condición: que mañana ordene un alto el fuego, porque a partir de mañana no les daremos más dólares y no les daremos más armas. Solo algo así podría convencer a este señor [Zelenski] de llegar a un alto el fuego«».

Las declaraciones de Silvio Berlusconi enfurecieron a Giorgia Meloni, porque constituyen un gran problema político y diplomático para el Gobierno italiano, del que forma parte el partido de Berlusconi, Forza Italia. En una breve nota, Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno, muestra, sin citar al Cavaliere, la distancia abismal que existe entre Meloni y Berlusconi sobre la guerra originada por Rusia: «El apoyo del Gobierno italiano a Ucrania es firme y convencido, como está claramente previsto en el programa electoral y como lo confirman todos los votos parlamentarios de la mayoría que apoya al Ejecutivo». En el círculo de la primera ministra se comenta, según diversos medios, que «Berlusconi es víctima de la propaganda de Moscú y de las fake news rusas, que influyen en Italia y en Europa».

En definitiva, Giorgia Meloni le dice sin rodeos a Berlusconi que si quiere estar en la coalición de Gobierno debe seguir la línea atlantista de Roma, Washington y Bruselas. La situación es también sumamente incómoda para el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, jefe de la delegación de Forza Italia en el Gobierno, obligado a mediar para que Berlusconi deje de hacerse portavoz de la propaganda del presidente ruso. Tajani se ha desmarcado de Berlusconi en este caso. No es la primera vez que el anciano líder (86 años) guiña el ojo a Putin, su amigo durante más de dos décadas. Lo hizo en vísperas de las elecciones de las elecciones generales y también durante la formación de gobierno.

En una entrevista a la Rai, esto dijo Berlusconi el 22 de septiembre: «Putin cayó en una situación difícil y dramática, quería un gobierno con buena gente en Kiev. Digo que cayó porque una delegación de las dos repúblicas prorrusas de Donbass fue a Moscú diciendo que Zelenski había aumentado los ataques contra ellos y se habían producido 16.000 muertos. Pidieron ser ayudados por Putin y éste fue empujado por la población rusa, su partido y sus ministros a inventarse esta operación especial», concluyó Berlusconi. Implícitamente, el exprimer ministro consideró que el presidente de Ucrania Zelenski no es una buena persona.

La reacción del gobierno ucraniano no se ha hecho esperar. Por medio del diario italiano La Repubblica, Mykhailo Podoliak, asesor de Zelenski hace un duro comentario contra el ex primer ministro italiano en un largo mensaje: «Berlusconi es un agitador VIP que actúa en el marco de la propaganda rusa, intercambiando la reputación de Italia por su amistad con Putin. Sus palabras dañan a Italia. Claramente no entiende el contexto de la guerra que Rusia ha llevado a Europa. Además, sus palabras repiten el mensaje propagandístico clave del Kremlin, que es este: ‘no interfieran con nosotros los rusos mientras matamos a los ucranianos’». El asesor de Zelenski concluye rebatiendo la versión de Berlusconi de que la devastación de Ucrania es culpa de Zelenski por atacar el Donbass, y no del invasor ruso, una atribución insostenible factual y moralmente, según explica el asesor de Zelenski: «Nadie atacó a la Federación Rusa. En febrero de 2022 lanzaron una invasión a gran escala con la intención de ocupar todo el territorio de otro país y matar a tantos ciudadanos ucranianos como fuera posible».

Más duro es aún si cabe el comentario contra Berlusconi por parte del portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Oleg Nikolenko: «En 2010, trabajé en la embajada de Ucrania en Libia. Recuerdo bien cuando el entonces primer ministro Berlusconi se encontró con Gadafi. Durante una ceremonia oficial en presencia de las cámaras, Berlusconi besó las manos del dictador libio para demostrar su lealtad. Las ridículas acusaciones de hoy contra Zelenski son un intento de besar las manos ensangrentadas de Putin y demostrar su lealtad al dictador ruso. El pueblo italiano debe darse cuenta de que al difundir la propaganda rusa, Berlusconi alienta a Putin a continuar con sus crímenes contra Ucrania».

La inesperada y grave zancadilla de Berlusconi a Giorgia Meloni no hará cambiar su línea a la primera ministra con Ucrania. Muy al contrario. Meloni anunció hace días que viajará a Kiev antes del 24 de febrero, primer aniversario de la invasión, para mostrar su apoyo al presidente Zelenski y al pueblo ucraniano. Berlusconi habría intentado convencer indirectamente a la primera ministra para que desistiera de su intención de realizar esa visita a Kiev. Giorgia Meloni le prometió a Zelenski en Bruselas que visitará muy pronto la capital ucraniana. Seguramente, la declaración de Berlusconi habrá espoleado a Meloni a visitar Kiev cuanto antes.