Ecuador elimina la reelección indefinida y pone fin a la era Correa, según la autoridad electoral
El presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, vota en Quito. J. J. EFE
El escrutinio rápido del CNE otorga la victoria de la consulta al presidente Moreno con una media del 67,8%
Los ecuatorianos acudieron este domingo a las urnas para decidir en referéndum sobre uno de los aspectos cruciales de la arquitectura institucional del país, del que depende el futuro de su expresidente, Rafael Correa. El escrutinio rápido ofrecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) otorga la victoria de la consulta al mandatario, Lenín Moreno, con una media del 67,8% en las siete preguntas de la consulta. La clave de votación era la eliminación de la reelección indefinida introducida en diciembre de 2015. El promotor de la convocatoria es el actual presidente, antiguo aliado de Correa convertido ahora en adversario político. Las urnas cerraron a las cinco de la tarde con una participación que alcanzó el 74,8%, casi un 8% menos que en la segunda vuelta de las presidenciales de 2017.
“Las decisiones que tomamos el día de hoy van a ser trascendentales para el futuro del país”. Con estas palabras, Moreno comentó tras votar el significado del referéndum, muy contestado por Correa, quien volvió de Bruselas, donde reside, para hacer campaña por el no. Tras conocer el resultado del conteo rápido, proclamó ante sus simpatizantes. «No volverán ya los viejos políticos, tienen la obligación de renovarse».
Con el 99% de confiabilidad, estos son los #Resultados2018 del conteo rápido:
REFERÉNDUM
Pregunta 1| Sí: 74% – No: 26%
Pregunta 2| Sí: 64,3% – No: 35,7%
Pregunta 3| Sí: 63% – No: 37%
Pregunta 4| Sí: 73,8% – No: 26,2%
Pregunta 5| Sí: 68,9 – No: 31,1%
El expresidente y su entorno le acusan de haberle dado la espalda y de querer eliminarlo políticamente, aunque la reelección indefinida es el resorte que permitiría a Correa volver a presentarse a las elecciones. Por primera vez, el impulsor del llamado socialismo del siglo XXI, que fue muy popular mientras gobernó y en las últimas semanas ha podido comprobar directamente cómo su liderazgo forma parte del pasado, asume que puede perder. “Independientemente de los resultados de hoy, ya vencemos. La traición y la campaña más desigual de la historia contemporánea ha sacado lo mejor de nosotros”, manifestó a través de Twitter. Además, justo este lunes, tendrá que declarar ante la Fiscalía por presuntas irregularidades en la venta de petróleo a China y Tailandia.
Ecuador se aparta así del camino emprendido por Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua, como vaticinaban las principales encuestadoras y los datos provisionales. Los 13 millones de ciudadanos llamados a las urnas apoyaron todas las cuestiones planteadas por el referéndum, que incluye también el endurecimiento de la lucha contra la corrupción y la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana, introducido en la Constitución de 2008 para regular la transparencia y control social de la vida pública.
El escenario más probable, el del triunfo de Moreno, permitirá al Gobierno, según el análisis de la firma Quantum, impulsar “una agenda de políticas públicas de consenso nacional” y adoptar medidas económicas para reducir paulatinamente el déficit fiscal y mejorar la competitividad. La hipótesis de una victoria del no se hubiera dado, en cambio, por un estrecho margen, puesto que Moreno tenía el apoyo en esta consulta de las fuerzas opositoras. Esta circunstancia hubiera debilitado al Ejecutivo y entorpecido la actividad parlamentaria. Alianza País, formación de la que el expresidente se desvinculó oficialmente, cuenta todavía con un sector de fieles correístas. En definitiva, los ecuatorianos han evitado una etapa de inestabilidad y un posible regreso del expresidente a la primera línea de la política.
Este, en realidad, nunca se fue. Amenazó antes de las últimas elecciones presidenciales con volver al país para preservar su legado, si ganaba la oposición. Ganó Moreno, su candidato, aunque el talante del nuevo mandatario no le gustó, así como algunas de sus decisiones. Correa decidió entonces librar su última batalla por el poder. Una contienda de la que, al margen de su retórica sobre la salvación de la patria, dependía su supervivencia política, al menos a escala nacional.
LAS SIETE PREGUNTAS DE LA CONSULTA POPULAR
1. Modificación de la Constitución para sancionar «a toda persona condenada por actos de corrupción con su inhabilitación para participar en la vida política del país»,
2. Eliminación de la reelección indefinida «para que todas las autoridades de elección popular puedan ser reelectas por una sola vez para el mismo cargo».
3. Reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, «así como dar por terminado el periodo constitucional de sus actuales miembros».
4. No prescripción de «los delitos sexuales en contra de niñas, niños y adolescentes».
5. Prohibición de la minería metálica «en todas sus etapas, en áreas protegidas, zonas intangibles y centros urbanos».
6. Derogación de la «ley de plusvalía».
7. «Incrementar la zona intangible en al menos 50.000 hectáreas y reducir el área de explotación petrolera autorizada por la Asamblea Nacional en el Parque Nacional Yasuní de 1.030 hectáreas a 300 hectáreas».