Los hispanos republicanos preparan un veto masivo a Donald Trump
A Donald Trump no le van a salir gratis sus andanadas verbales contra la inmigración. Mientras el millonario se regodea en su liderazgo en las encuestas, que le sitúan en cabeza con notable distancia frente al resto de competidores republicanos, las organizaciones hispanas vinculadas a este partido preparan su primera gran acción de protesta contra las propuestas del neoyorquino de cerrar las fronteras y expulsar a los ilegales, que apuntan en especial hacia los vecinos mexicanos. Boulder, en el estado de Colorado, donde tendrá lugar el próximo martes el tercer debate televisado entre la docena de aspirantes todavía en liza, acogerá la víspera una masiva reunión en la que se espera que «el electorado latino empiece a dejar oír su voz», según afirma Alfonso Aguilar, responsable de la asociación latina «Proyecto para los Principios Americanos».
Se trata de la primera reunión en la que las asociaciones hispanas se van a pronunciar formalmente sobre las iniciativas de los candidatos que afectan a los intereses de esta amplia comunidad, la mayoría de las cuales estarán vinculadas con la polémica sobre inmigración. La idea de los convocantes es discutir cómo marchan las primarias republicanas, pero, muy en particular, «identificar a los candidatos que no van a recibir nuestro respaldo para que puedan obtener la nominación, ni siquiera con vistas a la elección general, en el caso de que salgan elegidos».
Según publica «The Washington Post», además de Trump, el otro candidato que no obtendrá apoyo de estas influyentes organizaciones es Ted Cruz, a quien, pese su vitola de candidato hispano, se le reprocha una respuesta muy tibia cuando Trump calificó a los indocumentados mexicanos de «criminales y violadores».
El peso del voto latino
La factura que tendrá que pagar el controvertido millonario neoyorquino ya está reflejada en los principales sondeos, en los que contrasta su liderazgo con el escaso apoyo que recibe del mundo hispano. Según las últimas encuestas, dos de cada tres latinos le desacredita como candidato republicano. De llevarse a la realidad esta proyección, los analistas coinciden en que se le complicaría la victoria en la carrera republicana en algunos estados con peso hispano. Y mucho más, sus posibilidades de triunfo en la elección de 2016. Se considera que para tener opciones serias, el candidato deberá alcanzar como mínimo el 45% del voto latino. En 2012, el derrotado candidato republicano, Mitt Romney, se quedó en el 40%, un porcentaje no obstante claramente superior al que se le atribuye ahora a Trump.
